Los pescadores discrepan sobre el estado de la lamprea, que se paga a 100 euros

Todos coinciden en que está siendo un arranque de campaña pésimo

Algunos temen que vaya a seguir así y otros pronostican que en las próximas semanas será abundante

Antonio Caldelas “tumbando” sus nasas en las siempre peligrosas pesqueiras de Herbón.

Antonio Caldelas “tumbando” sus nasas en las siempre peligrosas pesqueiras de Herbón. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Los pescadores de lamprea que operan largando sus nasas desde embarcación en Pontecesures, los conocidos como valeiros, y aquellos otros que la capturan río arriba, “tumbando” sus redes en las tradicionales pesqueiras romanas de Herbón, coinciden al señalar que la iniciada el pasado día 2 está siendo una pésima campaña de lamprea.

Al igual que coinciden al apuntar que esa escasez, junto a la fuerte demanda existente, sobre todo en restaurantes especializados, hacen que el precio les acompañe.

Se sitúa en torno a los 100 euros, más IVA, por cada pieza de mediano tamaño, tal y como se avanzó ya en FARO cuando, en víspera de Reyes, Antonio Caldelas capturó el primer ejemplar de la temporada en una de las pesqueiras de Herbón.

Aunque ahora no veamos tanta lamprea como nos gustaría, tengo claro que ‘habelas, hailas’, y por tanto, es cuestión de esperar a que empiece a subir

Antonio Caldelas

— Pescador de lamprea

Pero las discrepancias llegan cuando se pregunta a los pescadores por el futuro y el estado de este recurso, ya que mientras algunos aseguran que tampoco habrá lamprea este año, como sucedió en los dos anteriores, otros sugieren que no hay motivos para preocuparse y pronostican que, en cuanto cambie el tiempo y pasen los días, este preciado pez cartilaginoso llegará “en abundancia” al río Ulla, para remontarlo en busca de sus zonas de desove habituales.

Antonio Caldelas “tumbando” sus nasas en las siempre peligrosas pesqueiras de Herbón. |   //  IÑAKI ABELLA

Un valeiro manipulando una nasa butrón desde su lancha. / Iñaki Abella

Apreciación en la que coincide el propio Antonio Caldelas, sabedor de que el gran caudal que tiene el Ulla actualmente resulta idóneo para que la lamprea pueda orientarse y llegar al río desde el mar.

Corrientes peligrosas

Aunque también sabe que al coincidir ese gran caudal con las extraordinarias corrientes de estos días, el río resulta altamente peligroso, tanto a la hora de “tumbar” las nasas como en el momento de levantarlas.

Quizás ahora esté esperando a subir y parada por el frío, pero estoy seguro de que en cuanto esto pase, habrá mucha lamprea”, reflexiona Caldelas, que sigue mostrándose tan optimista como el primer día.

“Claro que tengo esperanzas, porque aunque ahora no veamos tanta lamprea como nos gustaría, tengo claro que ‘habelas, hailas’, y por tanto, es cuestión de esperar a que empiece a subir”, sentencia este experimentado pescador con pesqueiras en la zona de Herbón.

Valeiros

Como también pide tiempo Pepe Barreiro, otro de los más conocidos pescadores de lamprea, en este caso dentro del colectivo de los valeiros.

Este año son solo cuatro las embarcaciones que están largando sus aparejos, y ni siquiera lo hacen con continuidad. La suya es una de ellas, y de hecho pescó la primera pieza en Pontecesures, días después de que lo hiciera Antonio Caldelas en las pesqueiras.

Si este año no hay lamprea es que algo raro está pasando, pues no es normal que falle tres campañas seguidas

Pero aquello fue un espejismo, ya que “no se pesca nada de nada”, espeta Pepe Barreiro cuando indica que, para empezar a pescar lamprea en abundancia, “hay que esperar a que cambie el tiempo y vuelva el viento del Norte”.

Este mismo pescador apela a su experiencia para indicar que “cuando el río tiene una corriente tan fuerte y un agua tan turbia, es difícil que encontremos lamprea; hay que esperar a que se calmen las aguas porque estará esperando en la ría a que le llegue el momento de remontar el Ulla”.

A este respecto, señala que “se ve que hay mucha cría bajando” y alude a años con “importantes crecidas e incluso inundaciones en los que todos vimos como la lamprea empezaba a subir en masa en marzo o abril, cuando ya finalizaba la campaña, llegando capturar 40 o 50 por barco cada día”.

Y este año “volverá a subir en gran cantidad”, garantiza Barreiro antes de indicar que “lo único bueno ahora mismo es que el precio está siendo elevado”.

Depredadores

Por cierto, que aprovecha para advertir de que no solo la lamprea, sino también las sollas, truchas y anguilas del río Ulla, son especie que a corto y medio plazo “pueden verse amenazadas” por la creciente presencia de depredadores.

Se refiere Pepe Barreiro a la proliferación de cormoranes, pues está convencido de que “son cada vez más abundantes en el río”.

Otro de los que se posicionan es Gerardo, también un experimentado pescador de lamprea en el Ulla. Confirma este mal arranque de campaña y se muestra menos optimista que los antes citados.

Cuando el río tiene una corriente tan fuerte y un agua tan turbia, es difícil que encontremos lamprea; hay que esperar a que se calmen las aguas porque estará esperando en la ría a que le llegue el momento de remontar el Ulla

Pepe Barreiro

— Pescador de lamprea

Cree que la temporada “pinta mal”, aunque se muestra cauto, “porque no sabemos si las lampreas ya subieron o no”. De ahí que apueste por esperar a que mejore el tiempo “para ver qué pasa”.

Veda de la anguila

Eso sí, “si este año no hay lamprea es que algo raro está pasando, pues no es normal que falle tres campañas seguidas”.

Este marinero esgrime que “cuando antes se trabajaba la anguila en el río, en noviembre o diciembre ya se sabía si iba a haber lamprea o no, pero como ahora no se trabaja, porque la tienen completamente vedada a causa de las directrices europeas, no sabemos qué está pasando”.

Mucho más pesimista se muestra Ramón Agrasar de Villanueva, que incluso reclama que la Xunta encargue estudios técnicos para determinar qué ocurre a la lamprea.

Tras vender dos de las pequeñas lampreas que se han levantado el lunes a 90 euros más IVA, este pescador asegura que “la campaña está fatal; y tanto si es por el cambio climático u otras razones, lo único cierto es que este año está siendo mucho peor que el anterior”.

Sospecha que “la lamprea puede estar subiendo antes de tiempo, por eso habrá que determinar si es mejor abrir la campaña en noviembre o diciembre, en lugar de esperar a enero”.

Abundando en esto, esgrime que “ya se están viendo lampreas juveniles en los pantalanes de A Illa, lo cual significa que ya se va de vuelta al mar”.

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