El mal tiempo complica el reto solidario de Pichi

Exhausto, aunque ligeramente aliviado tras darse “una ducha bien caliente”, Juan Prieto Cacabelos se disponía a meterse en cama esta tarde cuando apenas eran las seis.

La visibilidad ya era nula, y con tantos kilómetros en las piernas, lo más prudente era detenerse a reponer fuerzas, de ahí que decidiera hacer noche en el Ayuntamiento de Viveiro.

Entró por Ribadeo

Llevaba todo el día dando pedales, tras alcanzar la provincia de Lugo y la comunidad gallega a primera hora de esta mañana.

Entró en Galicia por Ribadeo, dejando atrás lugares como Tapia de Casariego y después de haber completado la mayor parte de su reto solidario, iniciado hace dos semanas en Valencia.

No es otro que “Tres mares para una escuela”, que es como se conoce este nuevo desafío del ciclista grovense, al que todos conocen como Pichi.

Confía en alcanzar su tercer mar, el Atlántico, la semana que viene, completando así una nueva proeza. Pero no lo tendrá fácil, ya que tanto en Asturias, como ahora en Galicia, se está viendo obligado a soportar condiciones meteorológicas extremas, con bajas temperaturas, intensas lluvias y fuertes vientos.

Especialmente acusados en las carreteras y caminos más próximos al Cantábrico, tal y como constató ayer a su paso por lugares como Rinlo, Burela y Xove.

“Estoy muy cansado, pero sigo con ilusión y muchas ganas de completar este importante reto”, acertaba a explicar el vecino meco antes de intentar dormir y descansar para, en cuanto mañana amanezca, reiniciar su solitaria y solidaria aventura ciclista.