“El caudal del río Umia creció un metro en media hora”
Atribuyen las inundaciones del fin de semana a la apertura de las compuertas del embalse de Caldas | Creen que se debe alertar a la población para adoptar medidas
A. G.
Construida en los años 90 con la finalidad de acabar con los problemas de inundaciones que se registraban en zonas como Caldas de Reis, la presa de A Baxe parece haberse convertido en la generadora de los problemas que el río Umia causa más abajo. El pasado fin de semana, el Umia causó muchos problemas en zonas como Ponte Baión, Cabanelas y Castrelo, problemas en forma de inundaciones que afectaron a varios establecimientos hosteleros, un club de piragüismo y alguna que otra vivienda. Muchos de los afectados señalan directamente a los gestores del embalse de A Baxe, a los que responsabilizan de haber abierto las compuertas para vaciar sin preocuparles lo que pudiese pasar río abajo.
Se basan para afirmarlo en que, durante las tres últimas semanas, cuando se registraron lluvias en cantidades muy similares, llegando a coincidir con mareas vivas, ninguna de estas zonas se inundó de forma considerable. Sin embargo, el pasado fin de semana “el río creció de repente, su caudal se elevó más de un metro en poco más de media hora, algo bastante inaudito si no hay una aportación repentina de agua al caudal, algo que solo puede originarse con la apertura de compuertas de la presa”, explican.
Insisten en que sus establecimientos, locales y viviendas eran conscientes de que “en Galicia llueve y que una inundación podría afectarnos, pero dentro de unos márgenes lógicos, no que se inunde de repente por la apertura de las compuertas, que no es algo que hagan por primera vez, sino que pasa de forma periódica”. Una de las cuestiones que reclaman a los gestores del embalse de Caldas es que “avisen con antelación de que van a abrir las compuertas, ya que eso nos permitiría tomar medidas y evitar que ocurran los daños que sufrimos”.
El Club Náutico O Muiño, en Ribadumia, lleva años viendo como ocurren estas inundaciones, problemas que siempre les acaban provocando daños en las instalaciones. En el día de ayer se afanaban en que todo regresase a la normalidad y en hacer una evaluación de los daños. Situado en Cabanelas, en esta ocasión, la inundación llegó a afectar a un establecimiento hostelero en esa zona, un lugar a donde el río hacía muchos años que no llegaba. Más arriba, en Ponte Baión, en Vilanova, otro establecimiento hostelero también se aplicaba en achicar agua ayer debido a la crecida inesperada del río Umia.
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