El futuro del asilo de Cambados está en el aire

El alcalde de Cambados, Samuel Lago, anunció ayer que va a hacer gestiones tanto con la Diputación como con la Xunta de Galicia para que una de estas administraciones adquiera el edificio del actual asilo de San Tomé, o que ayuden económicamente en la operación. Porque Lago advierte de que el Concello, por sí solo, no puede afrontar la compra.

“Estamos hablando de una operación con un coste no inferior a los tres millones de euros. Para asumir esa inversión tendríamos que endeudar el Ayuntamiento por un periodo de tiempo muy largo”, advirtió el regidor. Y aunque esa operación de crédito fuese técnicamente posible -existen límites al endeudamiento, para evitar que una administración pueda quebrar debido a una decisión política equivocada-, Samuel Lago advierte de que se encontrarían con un segundo problema, que es la continuidad del actual uso como asilo.

Un portavoz de la congregación manifestó que, "solo se trata de un tanteo inicial, no hay nada definitivo"

“Los ayuntamientos no tenemos competencias para gestionar centros para la tercera edad. Lo ideal sería que lo gestionase la Xunta de Galicia, que sí las tiene”, aseveró. Para el alcalde, “es una pena” que la congregación religiosa de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados esté barajando la venta del edificio, pues está muy ligado a la vida de Cambados.

En el asilo residen más de 60 personas mayores y a lo largo del año la sociedad cambadesa dirige al asilo diversas acciones solidarias. A mayores, la propiedad cuenta con un capilla a la que acuden a participar en la misa numerosos vecinos de San Tomé.

Un “tanteo inicial”

El pazo de Montesacro aparece a la venta en un portal web inmobiliario, y está tasado en unos tres millones de euros. FARO se puso ayer en contacto con la madre superiora de la congregación religiosa, quien afirmó que, “nosotras no estamos enteradas de nada”, y remitió la consulta a un hombre identificado con el apellido Pérez. Según este portavoz, “la congregación está tanteando diferentes opciones”, debido a que cada vez hay menos vocaciones religiosas -en Cambados quedan apenas media docena de monjas- y a la dificultad económica que supone mantener una propiedad de esas características.

Sin embargo, Pérez advierte de que, “solo se trata de un tanteo inicial”, y que “no hay nada definitivo”. A preguntas de FARO, también manifestó que ya han abordado este asunto con alguna administración pública -aunque sin concretar con cual-, y que si en el futuro se produce la venta, “sería manteniendo la actividad” como asilo.

Residentes y trabajadores

La preocupación es mayúscula tanto entre las familias de los residentes como en el pequeño grupo de trabajadores externos con los que cuenta la institución. Las familias habían escuchado ya algún rumor sobre el interés de la congregación religiosa de vender el inmueble, y el hecho de que la propiedad aparezca ya en internet ha acrecentado sus temores.

Aducen que las monjas mantuvieron en completo secreto la operación, y temen que si finalmente cierra el asilo no tengan plaza para sus mayores en otro centro próximo y tengan que desplazarse lejos. Están igualmente preocupados los trabajadores, pues ven peligrar su medio de vida.

Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados pusieron a funcionar el asilo en el pazo de los Montesacro en 1939. El último marqués había muerto sin descendencia dos años antes, y su viuda lo vendió por 400 pesetas, según el exconcejal de Patrimonio de Cambados, Xurxo Charlín.

Según los datos recabados por este edil, gracias a la intervención del empresario cambadés Manuel Otero, la orden religiosa se hizo con el pazo de San Tomé porque ya habían intentado abrir antes un asilo en el de Torrado, pero este se les había quedado pequeño, por lo que decidieron venderlo y quedarse con el de Montesacro.

Al parecer, las monjas recibieron el pazo de Torrado en donación con la condición de que habilitasen en él un asilo, pero supuestamente este requisito no se les impuso al vender la propiedad de la calle Príncipe para comprar el pazo de Montesacro.

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