Estas son las cuatro empresas que se disputan el millonario contrato de la basura de Vilagarcía

Tras un largo proceso de licitación, el mayor concurso público del Concello llega a su fin en febrero con la adjudicación del servicio en un pleno extraordinario | Las ofertas oscilan entre 4,6 y 4,7 millones anuales

Un operario del servicio de recogida de basura y limpieza viaria de Vilagarcía.

Un operario del servicio de recogida de basura y limpieza viaria de Vilagarcía. / Noé Parga

M. López / A. Martínez

El largo y laborioso proceso de licitación de la recogida de basura y limpieza viaria de Vilagarcía llega en febrero a su fin con la convocatoria de un pleno extraordinario en el que se aprobará la adjudicación del servicio, en manos de Cespa desde julio de 1993 (hace casi treinta años). Esta empresa es una de las seis que se ha presentado al mayor concurso público del Concello. Dos de ellas se han quedado por el camino al no alcanzar los puntos señalados en las bases para las prescripciones técnicas. Las finalistas son Cespa, FCC, Valoriza (encargada del servicio en Cambados, Meis y Vilanova) y Urbaser.

La Mesa de Contratación abrió el jueves las ofertas económicas, que oscilan entre los 4.619.558 euros por año de la más baja (IVA incluido) y los 4.783.747 de la más alta. Las cuatro propuestas se encuentran por debajo del importe de licitación, situado en 4.983.217 euros.

Ahora estas ofertas deben ser puntuadas junto con las mejoras presentadas por cada empresa y elaborar el preceptivo informe de viabilidad antes de seleccionar la propuesta definitiva. Así, la Mesa de Contratación se reunirá por última vez antes de la celebración del pleno para realizar la propuesta de adjudicación que posteriormente deberán votar los grupos políticos. Cabe recordar que los pliegos del concurso se aprobaron en una sesión plenaria en octubre de 2021 con los únicos votos favorables del gobierno socialista, entre críticas de la oposición por haber recibido un documento “cerrado”, sin opción de introducir cambios.

El ejecutivo de Alberto Varela decidió convocar un pleno de carácter extraordinario para poder concluir el proceso y por tanto renovar el servicio cuanto antes, “con todas las mejoras que ello implica para la ciudad”, destacan desde Ravella.

Ocho años de contrato

El nuevo contrato tendrá una vigencia de ocho años sin opción a prórroga. El importe asciende a 39.865.737,6 euros (IVA incluido), lo que se traduce en casi 5 millones por ejercicio. No obstante el importe de adjudicación será ligeramente inferior a tenor de las ofertas que se disputan este millonario concurso.

El gobierno socialista recuerda que la renovación del servicio de recogida de basura y limpieza viaria supondrá una modernización del mismo y una ampliación para atender las nuevas necesidades surgidas con el crecimiento poblacional de la ciudad en las últimas décadas. También permitirá adaptarlo a los criterios medioambientales y sostenibles que marcan las directrices europeas en materia de gestión de residuos.

El objetivo es mejorar la calidad del servicio, aumentar los índices de reciclado y que la limpieza de las calles sea mejor y más eficaz, “aspectos todos muy demandados por los vecinos de Vilagarcía y a los que se pretende atender debidamente con este pliego”, señalan desde el gobierno local.

Nueva flota y contenedores

Se renovará por completo el parque móvil tanto de la recogida de basura como de la limpieza viaria, así como todos los contenedores del municipio, optando generalmente en los cascos urbanos por los de carga lateral (conlleva un proceso más mecanizado y agiliza el trabajo, y permite mayor capacidad de almacenamiento) y en el rural por los de carga trasera. No obstante “el uso de unos y otros en cada lugar se decidirá en función del espacio disponible en cada caso a efectos de facilitar los procesos de maniobra y vaciado por parte de los camiones”, aclaran desde el Ayuntamiento.

En cuanto a la limpieza de las calles, se ampliará el número de zonas públicas sobre las que actuar, así como la frecuencia de los trabajos.

Punto Limpio

Entre las novedades figuran que la concesionaria deberá eliminar pintadas y graffitis, limpiar marquesinas y retirar pancartas y carteles colocados fuera de los espacios autorizados para ello.

La nueva empresa también se encargará de gestionar el punto limpio de Pinar do Rei (ahora de gestión pública directa) y pondrá en marcha tres nuevas prestaciones que se suman a la que ya funciona de recogida de voluminosos. Se trata de los puntos limpios móviles, la recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y la recogida puerta a puerta de residuos de cartón comercial. También se creará el servicio de la recogida de fracción orgánica (contenedor marrón) y la de biorresiduo forestal.

Asistentes a la charla vecinal de ayer en el compostero de San Roque-Os Olmos.  | // IÑAKI ABELLA

Asistentes a la charla vecinal de ayer en el compostero de San Roque-Os Olmos. / Iñaki Abella

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Cambados gestiona siete centros de compostaje comunitario, y entre los cuales procesaron el año pasado 70 toneladas de residuos orgánicos. Es una cifra elevada, pero el Ayuntamiento considera que todavía se puede mejorar -la capacidad máxima de tratamiento de las siete plantas es de 192 toneladas- por lo que ha iniciado una campaña vecinal para fomentar el uso de este tipo de instalaciones.

La primera charla se celebró a media tarde de ayer en el compostero de San Roque-Os Olmos, que fue el de mayor actividad en 2022. Los asistentes recibieron de regalo un cubo de 10 litros. El alcalde de Cambados, Samuel Lago, que participó en la jornada junto a los técnicos de la empresa Valoriza -concesionaria de la recogida de la basura de Cambados, Vilanova y Meis- defiende las ventajas del compostaje sobre la instalación de una quinta línea de contenedores, de color marrón. “El quinto contenedor plantea una serie de desventajas, como el coste de comprarlos, el coste ambiental del traslado de los residuos, y que suponen un estorbo más en la vía pública” , plantea el regidor. De todos modos, asume que lo más probable es que Cambados adopte “un modelo mixto” de compostaje y depósitos marrones para cumplir las nuevas directivas europeas, que entran en vigor a finales de este año.

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