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Los entresijos de la Operación Arruda, el último golpe al narcotráfico en Arousa

La Policía Nacional da por desarticulado el grupo al que se le habrían intervenido cinco toneladas de droga en diferentes momentos | Cinco de los encausados, a prisión

Un arma de fuego localizada durante los registros de la Operación Arruda.

Un total de 27 detenidos -de los que cinco han ingresado en prisión-, cinco toneladas de hachís interceptadas, dinero, coches, elementos de navegación y teléfonos móviles son el resultado que ofrece la Operación Arruda, nombre de una playa de A Illa y que la Policía Nacional ha elegido para el operativo que se desarrolló el pasado lunes por toda la comarca de O Salnés. Entre estos detenidos destaca un histórico del narcotráfico, como es Ramón Dorgambide “Panadeiro”, y entre los que están vecinos de Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Saxenxo, Catoira y de un municipio de Vizcaya.

Las investigaciones llevadas a cabo por la Udyco central y por el Greco Galicia se iniciaron hace aproximadamente un año, en septiembre de 2021, cuando llegó la información de que un grupo criminal estaba introduciendo en España importantes partidas de hachís, utilizando para ello viejos barcos bateeiros y lanchas rápidas con gran capacidad de carga. El primer avance importante en la investigación llega muy poco tiempo después, cuando localizan en un astillero de Portugal un camión que se encontraba cargando una embarcación de alta velocidad de 12,5 metros de eslora y tres motores de gran cilindrada. Ese camión acabaría accediendo a una de las naves que gestionaba la organización pocas horas después.

La vigilancia de la embarcación no tardaría en dar sus frutos, ya que pronto salió a navegar en paralelo a la península con rumbo sur, lo que acrecentó las sospechas de que iba a ser utilizada para el transporte de alguna cantidad importante de estupefacientes. Su andadura finalizaría con la intervención de 89 fardos de hachís con un peso aproximado de 2.600 kilos, y que habían sido arrojados al mar en la provincia de Huelva, al mismo tiempo que se detenía a dos tripulantes.

Otros dos tripulantes, ambos vecinos de A Illa, eran detenidos el 27 de enero cuando se encontraban a bordo de otra embarcación de alta velocidad, de 14 metros y 300 caballos, donde se intervinieron 70 fardos de hachís y 2.100 kilogramos. De esa operación habría huido uno de los cabecillas de la organización, Juan Carlos O. R., vecino también de A Illa. Para los investigadores, este transporte puso de manifiesto el prestigio del grupo criminal en el mundillo, al haber sido reclutados por una organización marroquí para tripular la lancha que, por sus características técnicas, había sido rechazada por sus propietarios.

En el mes de enero, Juan Carlos OR había conseguido huir del apresamiento de una narcolancha con 2.100 kilos de hachís, en la que fueron detenidos otros dos isleños

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Las reuniones entre los miembros de la organización para acabar de preparar un viejo bateeiro, con base en el puerto de A Illa, fueron constantes. En uno de esos encuentros, asegura la Policía Nacional, la organización propietaria del hachís contactó con el representante de la organización gallega, que sería el vilanovés José Carlos S.R., para señalizar la operación, proporcionar los puntos de encuentro y entregar los medios técnicos necesarios.

El barco abandonó el puerto en mayo de 2022, con rumbo sur y con Juan Carlos O.R. como patrón y dos vecinos de A Illa más a bordo. El patrón decidiría abortar la operación y abandonar la embarcación en una playa de Punta Umbría al creer que estaban siendo seguidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En su regreso a Galicia, Juan Carlos O.R. comenzó a realizar gestiones con la intención de retomar la operación con un nuevo barco.

A pesar de todo, la organización dejó de mostrar interés en zarpar, ya que las condiciones estaban dejando de ser las idóneas para acometer operaciones de gran calado. Ante tal coyuntura, y de acuerdo con el criterio del Órgano Instructor y de la Fiscalía Especial Antidroga de Pontevedra, se decidió llevar a cabo el operativo policial para la desarticulación de la organización investigada.

Se han realizado 27 detenciones en las localidades de Vilagarcia de Arousa, Vilanova de Arousa, A Illa de Arousa, Sanxenxo y Catoira, y en un municipio de la provincia de Vizcaya, y se han practicado 23 registros domiciliarios. La operación sigue abierta y no se descartan más detenciones en las próximas semanas.

De los 27 detenidos, tan solo pasaron 11 a declarar ante el juez el pasado miércoles, de los que cinco, acabaron ingresando en prisión. Esos son José Ramón Dorgambide “Panadeiro”, al que la Policía Nacional sitúa en la cúspide de la organización tras participar en varias de las reuniones que mantuvieron los integrantes de la misma.

De los 27 detenidos inicialmente, tan solo 11 pasaron a disposición judicial. Cinco de ellos acabaron entre rejas

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El vilagarciano podrá eludir la cárcel si abona la fianza que le impuso la juez, que asciende a la cantidad de 80.000 euros. En el siguiente escalafón de la organización estarían José Carlos S.R., vilanovés que se encargaba de contactar con las redes del narcotráfico marroquí, y Manuel Francisco A. V., un procurador vilagarciano que habría participado en la mayor parte de los encuentros y se encargaba de gestionar la adquisición y el papeleo que generaban las embarcaciones. La organización dependía de Juan Carlos O.R., el “lanchero” que se encargaría de pilotar las embarcaciones y reclutar entre sus vecinos de A Illa a los individuos necesarios para hacer posible el transporte de la mercancía a través del estrecho de Gibraltar.

Completa el quinteto de ingresados en la cárcel Manuel M. M., coordinador de la logística junto a Manuel F.B., rianxeiro afincado en Catoira que quedó en libertad con la obligación de personarse en el juzgado cuando sea requerido.

El resto de detenidos quedaron en libertad a la espera de declarar. La mayor parte de ellos ya abandonaron la prisión antes de pasar a disposición judicial.

Una plantación de marihuana enganchada de forma ilegal a la red eléctrica en una de las viviendas de A Illa


Con el nombre de una playa de A Illa situada en las inmediaciones de As Aceñas, la Operación Arruda movilizó a más de 150 agentes y a una ingente cantidad de medios policiales para acabar con la organización. En esas intervenciones se descubrió una pequeña plantación de marihuana en Os Castriños, plantación que va a suponer una dura multa a su supuesto propietario, el joven David F., que no acabaría entrando en prisión. El cultivo de la marihuana necesita una potente fuente de calor que el investigado en la Operación Arruda obtenía a través de una manipulación en la acometida de la vivienda en la que fueron localizadas las plantas. Ese enganche ilegal supone para el joven isleño tener que hacer frente a un pago de 5.000 euros. Así lo explica la legislación eléctrica actual que, en caso de una infracción como esta, obliga a la eléctrica a facturar al cliente el año entero a la máxima potencia contratada. El enganche ilegal no solo perjudica a la eléctrica sino que también puede convertirse en un problema para los vecinos que, desde que se realizó, han tenido caídas de tensión por las potencias que están fuera del control de los técnicos. No es la primera vez que, en A Illa, se descubre que un enganche ilegal a la red eléctrica esconde una plantación de marihuana.

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