El alcalde socialista de Catoira, que tacha de “agitador” y “falso” al nacionalista Juan Castaño, al que compara con Stalin, llegando a decir que, al lado del dictador soviético, el portavoz nacionalista “es un angelito”, insiste en que todo cuando rodea a las protestas vecinales contra la pirotecnia de Coaxe es fruto de “una absoluta manipulación” del BNG.
Lo hace tras celebrarse esta mañana un pleno extraordinario y urgente en el que se tomó el acuerdo unánime de rechazar esa instalación en la parroquia de Dimo.
Interpretaciones políticas y electoralistas al margen, que las hay, y muchas, los ciudadanos de Catoira deben quedarse con que el pleno de la Corporación aprobó un rotundo posicionamiento en contra de la instalación de la pirotecnia.
Acuerdo que fue, en realidad, una forma de ratificar un informe contrario a esa polémica instalación firmado por el propio alcalde y remitido en su momento a la Subdelegación del Gobierno, que es, a la postre, el órgano que de verdad tiene capacidad para autorizar o denegar esa pirotecnia, convertida en los últimos meses en otra “bomba” política dentro del “campo de minas” que es el presente mandato en el municipio vikingo.
Lo cierto es que el pleno, al que acudieron los vecinos con pancartas para expresar su enfado, algunos en actitud desafiante ante los munícipes que no son de su agrado, ya empezó “raro”.
Y es que el BNG votó en contra de la “urgencia” de la sesión extraordinaria que el propio grupo nacionalista había pedido, y que García accedió a convocar. Finalmente se trató el asunto porque todos los demás votaron a favor de dicha “urgencia”.
Un pleno “urgente” que “solo puedo convocar yo, como alcalde, y que decidí adelantar porque también iba a tratarse la declaración de los festivos locales del año que viene (San Antonio de Catoira y Santa Eulalia de Oeste), dado que teníamos que comunicarlos a la Xunta antes del día 10”, explicó García tras la sesión.
La misma, por cierto, en cuya orden del día se incluía dar cuenta de la renuncia como edil de la nacionalista María Paz Correa.
Pero lo más destacado fue, no cabe duda, el citado acuerdo unánime “para oponernos al almacén de pirotecnia en Coaxe, dejando claro que ninguno estamos de acuerdo y adjuntando mi informe negativo, que es el mismo que envié a la Subdelegación del Gobierno”, remarca García.
Por eso insiste en que el nacionalista Juan Castaño es “un hazmerreír que quiere ser alcalde sin votos” (ya lo fue durante un año) y está manipulando al vecindario por cuestiones electorales, llegando a decir que no se les facilitó información cuando, en realidad, se les entregó toda, tanto al BNG como al abogado de la plataforma vecinal”.
Dicho lo cual, García insiste en que “la autorización que nosotros dimos desde en el Concello, porque cumple con la normativa y tiene permiso de la Xunta, fue para un galpón de aperos de labranza que, insisto cumple con todo lo establecido y exigido, por lo que no podemos negar ese permiso, ya que iríamos en contra de la ley”.
Los vecinos vendieron los terrenos
Pero “no autorizamos ninguna pirotecnia”, apostilla el alcalde antes de incidir en que “quienes vendieron los miles de metros cuadrados de terreno que necesita la empresa para ese galpón fueron los propios vecinos de Coaxe que ahora que cobraron son los que protestan instigados por el BNG”.
En definitiva, que el pleno “ratificó mi informe contra la pirotecnia”, sentencia el alcalde, antes de aportar los documentos que lo avalan.
La oposición firme de García, en julio
Entre ellos, su escrito de 19 de julio pasado enviado a Miguel Ángel Lorenzo Toledo, jefe del servicio de autorizaciones administrativas de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra, quien catorce días antes había pedido información sobre la autorización solicitada en su departamento por Pirogal Pirotecnia S.L. para establecer un depósito-taller de cartuchería.
En su contestación a la Subdelegación del Gobierno de hace casi dos meses, García es tajante: “Quiero dejar claro, una vez más, mi oposición a la concesión de autorización administrativa a Pirogal Pirotecnia para el depósito taller de cartuchería o pirotecnia a ubicar en Coaxe y mi rotunda disconformidad con la ejecución de la citada iniciativa empresarial”.
Concello de Caldas
Pero no solo eso, sino que el regidor vikingo hacía constar en dicho informe que el terreno elegido por la empresa está próximo a la parroquia de Santa Mariña de Carracedo, en el Concello de Caldas, por lo que invitaba a la Subdelegación del Gobierno a solicitar también informes a ese municipio, así como al presidente de la comunidad de montes de Dimo, José Antonio Castiñeiras, “por cuanto los terrenos donde se pretende poner en funcionamiento la instalación de pirotecnia se sitúan cerca de los que son propiedad de los comuneros”.
Para que no quedaran dudas de su planteamiento contrario a la polémica instalación, Alberto García García también remarcó que la zona elegida para la pirotecnia “sufre frecuentemente incendios forestales, lo que incrementa el riesgo de accidentes; más aún si tenemos en cuenta el cambio climático”.
Alarma social
Cuando el pasado 19 de julio el alcalde Alberto García se posicionó ante la Subdelegación del Gobierno en contra de la instalación de una pirotecnia en Coaxe, hizo constar que esta posibilidad “genera alarma, nerviosismo y crispación entre los vecinos”.
De ahí que el regidor advirtiera de que conceder el permiso a la industria solicitante “quebraría la actual y deseable tranquilidad existente entre el vecindario”.
Caamaño desacredita al BNG
Algo en lo que coincide el líder del PP, Iván Caamaño, quien ayer se pronunciaba antes, durante y después del pleno para decir que “todos estamos de acuerdo en rechazar la pirotecnia”.
Por eso ofreció todo su apoyo a los vecinos, aunque dejando constancia de que “la ley puede dar la razón a la empresa, lo cual depende del Gobierno central, no de nosotros”.
El conservador también arremetió contra el BNG, su portavoz y sus “continuas mentiras”, reiterando que “el PP no es socio de García, sino que colaboramos para realizar todo tipo de obras, como las de Dimo, haciendo una oposición en positivo y tratando siempre de construir por y para Catoira, a diferencia de quienes se empeñan en destruir y desacreditar continuamente a los demás”.
Tras insistir en que “Alberto García se hizo alcalde por sí mismo, ya que nosotros no lo pusimos ahí ni gobernamos con él”, Caamaño dejó claro que “el futuro de la pirotecnia depende de la Subdelegación del Gobierno, ya que es la que tiene que decidir sobre el uso” que se quiere dar al el galpón –para aperos de labranza– que tuvo que autorizar el Concello.