Indignados. Así se muestran vecinos de O Grove residentes en el entorno de Terra de Porto, Lordelo, Rons y Alexandre Bóveda, donde desde hace días se ejecutan importantes y necesarias obras que obliga a modificar la circulación rodada.
Trabajos a los que hoy se sumaban los efectuados en la isla de A Toxa para crear badenes y habilitar pasos de peatones sobrelevados.
Y a los que se suman también los preparativos de la Festa do Marisco, ya que está previsto iniciar el lunes el montaje de las carpas, pero hoy mismo comenzó la colocación del graderío en la zona de espectáculos abierta de O Corgo.
Tampoco hay que olvidar que el jueves arranca el curso académico, y que en las inmediaciones de los lugares citados se encuentran colegios como el Rosalía de Castro.
Teniendo en cuenta todo esto, y que precipitaciones intensas como las registradas por momentos también contribuyen a dificultar la circulación, quizás pueda explicarse y entenderse el colapso vivido ayer en las calles del centro urbano meco.
Concentración de protesta, el sábado
Al igual que se explica el malestar mostrado por los vecinos, que esta mañana insistían en que los trastornos que padecen justifican la convocatoria de protesta que anunciaron en FARO para el sábado que viene, a las seis de la tarde.
“Están desviando el tráfico por calles prácticamente intransitables, ya que son demasiado estrechas y apenas puede pasar una furgoneta”, sostienen los damnificados y representantes políticos de la oposición municipal.
“Son demasiadas calles cerradas por obras al mismo tiempo, lo cual convierte la circulación en un caos y nos deja sin posibilidad de estacionar”, reflexionan otros.
Al igual que hay vecinos y políticos de la oposición que insisten en denunciar que la instalación de pasos de peatones sobreelevados en la carretera Terra de Porto-Lordelo sitúa la capa de rodadura a la altura del paseo y el carril bici, por lo que consideran que “existe un grave riesgo par los ciclistas”.
No falta quien se queje del proyecto para ampliar la humanización de la avenida de Alexandre Bóveda, a pesar de que se conoce desde que hace años se llevaron a cabo las fases iniciales.
En definitiva, que las obras se han multiplicado este mes en O Grove, tratando de aprovechar el paréntesis entre la temporada alta de agosto y la nueva época fuerte de la localidad, marcada por la celebración de la Festa do Marisco.
Y a medida que aumentan las obras también se acentúa el tono de las críticas.