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El tesoro de Sálvora incorpora nuevas joyas

La vieja aldea de la isla cobra vida

Los visitantes observan las alacenas, al lado del horno y la lareira. | // M. MÉNDEZ

El archipiélago de Sálvora es objeto de todo tipo de estudios científicos y proyectos de investigación y conservación con los que preservar su papel como Bien de Interés Cultural de Galicia (BIC).

Entre las acciones que se llevan a cabo se encuentra el seguimiento de las poblaciones de gaviotas, cormoranes, ciervos y demás especies animales, al igual que un plan de eliminación de plantas invasoras, como las calas, y otros muchos.

A lo que cabe sumar la labor que se lleva a cabo desde el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia para proteger y valorizar una de las grandes joyas de Sálvora, como es su antigua aldea.

La llegada de un grupo de visitantes a la casa de la aldea que está siendo restaurada. | // M. MÉNDEZ

Es, cabe recordar un conjunto arquitectónico de indudable valor que se sitúa al nordeste de la isla y en el que se localizan ocho viviendas con sus cuadras y el edificio de la vieja escuela con su patio de recreo, que conforma un espacio libre central, a modo de plaza.

Las habitaciones de la vieja aldea. M. Méndez

Es, dicen los entendidos, “el prototipo de una aldea rural costera, formada por una serie de viviendas familiares planificadas alrededor de un espacio único que hacía la función de cocina, comedor y sala de estar, además de poseer dormitorios, aseo y anexos a su alrededor”.

Una de esas casas está siendo recuperada en la actualidad, incorporándose a la misma tanto camas como mesas, alacenas y otros elementos propios del mobiliario original.

El salón principal de la casa y visitantes en sus habitaciones. M. Méndez

Estos elementos de madera, que son réplicas de los que se usaban antaño, constituyen ya uno de los principales alicientes para los visitantes de la isla que tienen la oportunidad de conocer esta aldea.

Gracias a tales artículos, esta casa en proceso de rehabilitación funciona como una especie de museo o centro de interpretación mediante el que descubrir y entender las raíces gallegas.

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Así es la enigmática aldea de Sálvora Manuel Méndez

Cabe recordar que, junto a la aldea, que estuvo habitada hasta los años setenta, en el BIC Archipiélago de Sálvora se integran elementos como el pazo, una antigua fábrica de salazón reformada que ahora funciona como espacio museístico; y la capilla, una antigua taberna que en 1960 -al tiempo que la fábrica salazonera se convertía en pazo- empezó a utilizarse para rendir culto a Santa Catalina.

También el faro, los hórreos, la “eira de mallar”, la emblemática fuente de Santa Catalina, el lavadero y los muros que delimitaban las fincas y caminos, casi todos “construidos con la técnica tradicional de la piedra en seco y sin masa de unión, se explica en el expediente BIC.

Una de las habitaciones que están siendo restauradas. M. Méndez

El crucero de piedra, de pedestal cúbico de granito y localizado en una elevación pétrea próxima a la ermita y al camino que lleva a la aldea, es otro elemento destacado.

Como lo es la escultura de la sirena que, también de granito, se sitúa en la orilla de la playa, dando la bienvenida a los visitantes que se acercan a este importante territorio insular.

La sirena que da la bienvenida a los visitantes y que algunos no dudan en escalar, con el riesgo que comporta. M. Méndez

Entre los elementos protegidos por el BIC se encuentra, asimismo, una vieja “telleira”, de la que actualmente solamente quedan restos, entre los que destaca el horno de cocer el barro.

En su entorno se enclava la citada fuente de Santa Catalina, a los pies del camino que une el almacén y la aldea y construida en piedra.

La fuente de Santa Catalina. M. Méndez

Junto a tales elementos, destaca el BIC la importancia de la “Mesa de la Marquesa”, un conjunto de mesa y bancos de piedra con vistas a la ensenada; al igual que alude al ruinoso molino situado al sur de la isla, de una sola muela, planta rectangular y tejado a dos aguas.

Arenaria Coordinación y "Chasula"

Todo esto, y mucho más, es lo que se puede disfrutar en Sálvora y de lo que dan cumplida información en la propia isla los guías de Parque Nacional de las Islas Atlánticas y empresas especializadas como Arenaria Coordinación.

El lavadero de la isla. M. Méndez

Acceder a la misma es posible con Expediciones Turísticas Chasula, a bordo del barco pesquero rehabilitado que le da nombre, y mediante navieras como Cruceros del Ulla Turimares, que organiza visitas tanto en horario diurno como nocturno.

También están autorizadas a operar en este archipiélago de 248 hectáreas terrestres y 2.309 hectáreas marinas, firmas como Cruceros Ángel, Cruceros de Arosa, Cruceros Pelegrín, Alvamar, Amare Turismo Náutico, Charter Terra Nova, Mar de Aguiño, Mares do Grove, Oceanic Arousa Tours, Rutas Rías Baixas y Sailway S.L.

¿Quieres visitar la aldea de Sálvora?

¿Quieres visitar la aldea de Sálvora? Manuel Méndez

Esta es la historia de una joya situada en la boca de la ría de Arousa

Al aludir al archipiélago de Sálvora, no está de más recordar que es una de las joyas turísticas y medioambientales promocionadas por la Mancomunidade de Arousa Norte, es decir, el órgano supramunicipal que forman las localidades de Rianxo, Boiro, A Pobra do Caramiñal y Ribeira.

Este órgano habla de la isla de Sálvora como "el diamante que la ría de Arousa añade al Parque Nacional de las Illas Atlánticas" y lo presenta como un espacio privilegiado que protege a los municipios arousanos de los más duros temporales y las embestidas del Atlántico.

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Turismo científico y ocio educativo en las Islas Atlánticas de Galicia Manuel Méndez

No solo es la cuarta isla más grande de Galicia, sino también uno de los espacios naturales y paisajísticos que gozan de mayor atractivo. Aunque el carácter "privado" que mantuvo durante tanto tiempo la convirtieron en una gran desconocida, a pesar de estar "a tiro de piedra" desde la península de O Grove y acantilados como los de Con Negro.

Un faro que recibe y despide a los navegantes

El faro de la isla de Sálvora, en la boca de la ría de Arousa, recibe y despide a los navegantes. El conjunto arquitectónico en el que se integra es uno de los bienes protegidos por la Xunta, donde recuerdan que la isla contaba en el pasado con un pequeño faro situado en Punta Besuqueiros que fue inaugurado el 29 de julio de 1853 y permaneció en funcionamiento hasta principios del siglo XX.

Fue sustituido por el actual, situado en un edificio con planta en forma de "U" y de torre octogonal "adosada a la fachada posterior que, por encima de la cornisa, adopta una forma cilíndrica hasta la base de la linterna".

Detalla el expediente del BIC que "la esbelta torre tronco-piramidal se realizó en cantería vista con un doble balcón superior".

Los trabajos comenzaron en 1912 y la recepción definitiva del edificio tuvo lugar en 1917, instalándose el aparato de iluminación y linterna a finales de 1921, después del naufragio del vapor "Santa Isabel".

En 1930 se revistió su fachada de baldosa y en 1954 se realizaron obras de ampliación. En su entorno se encuentran unos lavaderos de piedra, un pozo y una zona de estabulación de ganado denominada Curro das Cabras.

Separada de tierra firme por unos tres kilómetros, Sálvora se caracteriza por su suelo rocoso, pero también por la existencia de su emblemático faro, que ha salvado muchas vidas a lo largo de la historia, y la presencia de tres playas de arena blanca y fina.

Una vista aérea del pazo. Iñaki Abella

Junto a islotes tan populares como Noro, esta isla adscrita a la parroquia ribeirense de Aguiño, fue adquirida en 2007 por la desaparecida Caixa Galicia -por 8,5 millones de euros-, siendo posteriormente comprada por el Ministerio de Medio Ambiente junto a Vionta y Noro.

Tras ese proceso administrativo la Xunta figura como titular de Sálvora -desde el 1 de julio de 2008-, iniciando así, junto al Estado central, el proceso de rehabilitación.

Sálvora, un paraíso diferente

Sálvora, un paraíso diferente Manuel Méndez

En relación con todo esto, desde Arousa Norte explican que "en el año 899 el rey Alfonso II donó Sálvora al Cabildo Catedralicio de Santiago, que la reclama con el fin de obtener recursos para su sustento".

De los tiempos del obispo Sisnando (año 911) y las naves sarracenas

"Esta donación, que incluía Ons, Tambo, Arousa, Cíes y Framio, fue confirmada por Ordoño II al obispo Sisnando en el año 911", añaden en la mancomunidad arousana.

"Ya en el año 1120 la isla fue invadida por naves sarracenas que se refugiaron en ella esperando refuerzos cuando se disponían a invadir estas tierras, más la tardanza de aquella ayuda, hizo que los navíos cristianos enviados por orden del arzobispo de Santiago se apoderasen de las naves invasoras, frenando por largo tiempo estas incursiones".

Una de las embarcaciones que se desplazan a las islas atlánticas. Cruceros del Ulla

En 1770, añade Arousa Norte, "el comerciante coruñés Jerónimo de Hijosa instaló por poder una fábrica de secado y salazón de pescado, a la que en 1960 se añadieron dos torres y almenas, y hoy es conocida como O Almacén, siendo la primera factoría de salazón de Galicia".

Durante las décadas posteriores se produjeron otros muchos acontecimientos que, por su calado y trascendencia, también forman parte de los libros de historia, y desde luego vale la pena conocerlos, para entender mejor todo cuanto rodea al pasado de los arousanos.

Año 1862

Pero en esta ocasión hay que saltarse esos capítulos y situar el lector en 1862, que es cuando el Ministerio de Obras Públicas construye el faro de la isla. Y de esa época cabe pasar a 1904, cuando Sálvora fue expropiada por el Estado, que construyó un vial interior, un pequeño muelle y el faro actual, inaugurado en 1921.

Arousa Norte explica que el Estado construyó entonces "un pequeño muelle en la playa del Almacén, frente a la taberna que el ya marqués consorte de Revilla, más tarde, convirtió en Capela de Santa Catalina".

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De visita en la isla de Sálvora Manuel Méndez

Año 1958: Casi 1,3 millones de pesetas

Ya en 1958 "la familia Otero-Goyanes recuperó la propiedad de la isla, junto con los islotes de Vionta y Noro, estando la isla libre de cargas fiscales y siendo el precio de compra al Estado Español de 1.293.758 pesetas de la época.

Joaquín Otero Goyanes, general auditor de la Armada, consiguió una concesión de los bienes del Estado, en régimen de usufructo, por 99 años, que en la práctica por las condiciones de la concesión, supuso una cesión de titularidad de playas, caminos y fuentes, que en seis ocasiones fue ratificada por los tribunales".

Las historia añade que en 1960 Joaquín Otero "reconstruyó la Fonte da Telleira, llamándola Fonte de Santa Catalina, adornada con los peldaños de la escalera de caracol del faro viejo, mientras que otros restos fueron empleados en las torres añadidas al almacén y en un lavadero".

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De Ruta en la isla de Sálvora Faro de Vigo

La llegada de un tractor y un generador eléctrico

Por aquel entonces también se transportó un tractor a la isla arousana, al tiempo que se instalaba un generador eléctrico. Pero la Mancomunidad de Arousa Norte aclara que "poco durarían ya los colonos, que reclamados por la instalación en tierra de industrias propiedad de la familia, decidieron irse a vivir al continente; si bien es cierto que, aún así, el último habitante abandonó la aldea en 1972".

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