La situación crítica que soportan el río de O Con, los vilagarcianos y la ría de Arousa a causa de los incesantes vertidos a ese cauce fluvial, parece irreversible. Al menos hasta que la Xunta ejecute el proyecto que, a pesar de no ser de su competencia, ha diseñado para aliviar esa presión, valorado en diez millones de euros.
Una labor, cabe recordar, que servirá para modificar la red de saneamiento municipal en el entorno de Fexdega, A Xunqueira y la plaza de abastos, y al que, a posteriori, se sumarán unos 23 millones de euros más para ampliar la depuradora.
A la espera de completar los trámites administrativos necesarios e iniciar la primera obra –puede que después del verano–, el gobierno de Vilagarcía se dispone a acometer algunas acciones que, aunque menos ambiciosas, pueden servir para reducir temporalmente la presión que soportan este cauce fluvial y la ría de Arousa.
Así las cosas, Ravella reacciona y anuncia medidas puntuales, después de la caótica situación vivida en Semana Santa, cuando se produjeron diferentes e importantes vertidos fecales y químicos que dejaron patente que el cauce que atraviesa la ciudad se ha convertido en una gran cloaca.
Parece que ya se actuó el sábado pasado, cuando se procedió a retirar bolsas, toallitas higiénicas y otros materiales que habían atascado la red de saneamiento en su tramo bajo.
Un colapso que provocó un vertido al río a la altura del parque de A Xunqueira, donde ya se habían registrado otros similares con anterioridad, e incluso uno mucho más llamativo, de color blanco, el miércoles.
Esas acciones preventivas continúan hoy mismo con una limpieza de la red de saneamiento que discurre por el tramo más bajo de la avenida del Doutor Tourón, entre el cruce con López Cuevillas y el bar París.
Está previsto que los operarios municipales intervengan con ayuda de un camión aspirador que “irá introduciendo la manguera por las distintas arquetas de control para succionar los restos de detergentes grasos que estén adheridos a las paredes del conducto”, explican fuentes municipales.
Comparan la situación con el colesterol
Al mismo tiempo, se quieren “eliminar las toallitas y otros residuos impropios arrojados a la red de saneamiento”, tratando así de “evitar nuevos colapsos que provoquen más vertidos”.
En el Concello argumentan que esos “residuos impropios se acumulan por decantación y, al igual que ocurre con el colesterol en las venas del cuerpo humano, van reduciendo el diámetro de las tuberías hasta llegar a obstruirlas por completo”.
La consecuencia es que “se impide el paso de las aguas residuales, y al no poder circular para dirigirse a la depuradora, buscan la salida por los sumideros de emergencia”.
Apelan a la colaboración de los ciudadanos
El gobierno de Vilagarcía hace un llamamiento a los ciudadanos para que eviten arrojar al váter las toallitas, bastoncillos y otros materiales similares que pueden colapsar la red de saneamiento.
Incluso se trata de evitarlo por mucho que sus envoltorios digan que son biodegradables, ya que, de ser cierto, “es un proceso muy lento”, advierten en Ravella.
De este modo, el gobierno local deja constancia de que “la acumulación de este tipo de materiales” en la red de saneamiento “representa un problema de grandes dimensiones”, al igual que sucede con “el abuso de detergentes, jabones y suavizantes grasos que llegan a atascar las tuberías cuando se espesan o solidifican”.
Sin resultado tras las inspecciones realizadas
Como en su momento detalló FARO, el pasado miércoles los efectivos Emergencias Vilagarcía buscaron sin éxito el origen del espeso vertido de color blanco –posiblemente pintura– que llegó al río de O Con a través del regato Santa Mariña.
Al día siguiente se produjo otro –parece que este de fecales– a través del riachuelo que pasa bajo Fexdega, y tampoco se supo nada de su origen.
Desde entonces parecen haberse producido vertidos caso a diario. Uno de ellos el sábado por la tarde, también en la avenida de Rodrigo de Mendoza, como reconoce el Concello.
En este caso acudieron agentes de la Policía Local, que tras inspeccionar la zona tampoco pudieron esclarecer lo sucedido, indicándose desde Ravella que pudo haberse tratado de “un incidente puntual y breve ocasionado por alguna limpieza” que acabó llevando aguas sucias al cauce a través de la red de pluviales.
Lo que parece evidente es que este tipo de vertidos son constantes y que este cauce fluvial se ha convertido en una gran cloaca.
