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Casi un año con el "vertedero" junto a Sálvora cerrado

Paralizada la tramitación ambiental del dragado del puerto de Vilagarcía

El Ministerio finaliza la fase potestativa tras consultar a 42 organismos | La Autoridad Portuaria sostiene que la tramitación continuará una vez se decida un punto de vertido | Peligra la licitación deseada en 2022

El documento de inicio prevé actuar sobre una superficie de 121.000 metros cuadrados en el canal de entrada y sus dársenas. Iñaki Abella

La intención del Puerto de Vilagarcía era sacar a licitación en el presente ejercicio el dragado del canal de entrada y sus dársenas, una actuación muy demandada por toda la comunidad portuaria para ganar calado y competitividad. Pero las previsiones del presidente Cores Tourís peligran debido a la prolongada falta de un punto de vertido autorizado para depositar los sedimentos. Y es que hace casi un año que el Gobierno cerró temporalmente el “vertedero” situado entre las islas de Sálvora y Ons -en abril de 2021- “sin que exista hasta la fecha una alternativa de uso al mismo”, admiten fuentes oficiales de la Autoridad Portuaria.

El presidente portuario Cores Tourís, con Lenguas, Quintana y López. Iñaki Abella

Por ello, la tramitación ambiental del dragado se ha paralizado. El Ministerio para la Transición Ecológica ha dado por finalizada la fase potestativa del procedimiento, es decir, el periodo de consultas, después de sondear a 42 organismos distintos, entre ellos organizaciones ecologistas, cofradías, el Parque Nacional Illas Atlánticas, Intecmar, CSIC, concellos, Diputación de Pontevedra y diferentes departamentos de la Xunta y del Estado. El Ministerio dio traslado de esas consultas al Puerto vilagarciano el pasado 22 de febrero y ahí se han detenido los trámites.

“La Autoridad Portuaria ha recibido respuesta a su escrito con el que se iniciaba el procedimiento ambiental para la obra del dragado del canal de entrada y dársenas del puerto, respuesta en la que se determina el alcance que debe tener el estudio de impacto ambiental”, señalan desde la entidad presidida por José Manuel Cores Tourís.

En un grupo de trabajo

Las mismas fuentes añaden que en la actualidad la rada arousana está trabajando “en un grupo con otras administraciones y entidades para proponer un punto de vertido, una vez que se decretó una moratoria sobre la utilización del punto designado en la boca de la ría para el depósito de materiales procedentes de dragado”.

Y no será hasta que se decida una zona de depósito de áridos alternativa a la de Sálvora cuando se retome la tramitación del dragado vilagarciano. Se hará con un estudio de impacto ambiental que incluirá un análisis “de alternativas en el que se valorarán diferentes opciones para la realización de los trabajos proyectados”, los cuales consisten en un dragado de 85.000 metros cúbicos de material sobre una superficie de 121.000 metros cuadrados. El objetivo es alcanzar un calado de diez metros en toda la lámina de agua, ya que el último dragado, ejecutado en el año 2009, no logró la cota -10 en todos los puntos.

El documento de inicio fue redactado por la empresa Ambiotec en noviembre de 2020, unos meses antes de que se anunciase la moratoria del depósito de Sálvora. La fecha de entrada del documento en el Ministerio para la Transición Ecológica también es anterior, concretamente del 26 de abril, dos días antes del anuncio.

Obra "prioritaria" para toda la comunidad portuaria

Pese a la ausencia de un punto de depósito de áridos autorizado, la Autoridad Portuaria decidió continuar con la tramitación para dar pasos administrativos hacia la ejecución de una obra que calificaba -y sigue calificando- de “prioritaria”. No obstante, ahora que ya estamos inmersos en 2022 (año en el que la entidad pretendía sacar a concurso la obra), no se aventura a concretar plazos. “La intención de la Autoridad Portuaria es llevar a cabo esta obra por entender que se trata de una actuación prioritaria y muy demandada por toda la comunidad portuaria. No obstante, los plazos en los que se pueda llevar a cabo este proyecto dependerán en gran medida de la agilidad con la que se ponga fin a la situación generada por la moratoria de uso del punto de vertido en la boca de la ría que se decretó hace casi un año, sin que exista hasta la fecha una alternativa de uso al mismo”, explican fuentes portuarias.

Teniendo en cuenta que todavía debe determinarse la zona para el depósito de sedimentos, elaborar el estudio de impacto ambiental del dragado, sacar a licitación la obra y adjudicarla, parece poco probable que los trabajos puedan desarrollarse este año como inicialmente se preveía.

Una actuación para ganar calado y mantener los tráficos porque cada vez se emplean buques más grandes

Los operadores portuarios consideran el dragado fundamental ya no solo para ganar competitividad, sino para poder mantener el nivel de tráficos en la época dorada que está viviendo el puerto vilagarciano (sin tener en cuenta las consecuencias puntuales de la actual huelga de transporte). Y es que los muelles arousanos cerraron 2021 con un récord de movimiento de mercancías (por encima del millón y medio de toneladas) y comenzaron 2022 con unas cifras espectaculares: 264.073 toneladas entre enero y febrero, lo que significa un incremento del 25% con respecto a los dos primeros meses del ejercicio anterior.

Fuentes del sector explican que los buques que se utilizan en el transporte marítimo cada vez son de mayores dimensiones y el calado que hay en Vilagarcía es de apenas diez metros, por lo que temen que llegue el momento en que “no vengan determinadas mercancías” porque las empresas se irán a otros puertos donde sus barcos puedan atracar y les salga el flete más barato. El puerto de Marín tiene un calado de trece metros, los de Vigo y A Coruña de quince y el de Ferrol de dieciséis.

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