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Los transportistas arousanos, en el disparadero

El apedreamiento de camiones se convierte en una amenaza

La piedra y el agujero que abrió en el parabrisas de uno de los camiones de Cameselle-Transfrío. FdV

“Lo que está pasando es una auténtica vergüenza, ya que la huelga puede acabar en tragedia, además de provocar importantes pérdidas económicas no solo en nuestro sector, sino también entre los productores y todo tipo de negocios”, indican propietarios de empresas de transporte afectadas por el paro que se registra a nivel nacional.

Se posicionan así después de constatar que algunos de sus vehículos han sido apedreados mientras circulaban, con el riesgo que esto entraña para los chóferes.

Otros fueron quemados o amanecieron con sus ruedas rajadas, entre otros desperfectos.

Así quedó el parabrisas de uno de los camiones. FdV

“A esto hay que sumar que hay ingentes cantidades de productos cárnicos y derivados de la pesca y el marisqueo que habían sido extraídos en días pasados, algunos antes de que se anunciara el paro, y permanecen amontonados en las cámaras frigoríficas, a la espera de poder ser distribuidos, y como con la huelga no se puede, esa mercancía se está pudriendo”, reflexionan los empresarios.

Los hay que se han visto afectados a lo largo y ancho de España. Como los hay que tienen su flota parada desde el lunes, pero que sufren igualmente los ataques de los piquetes.

Algunos no dudaron en destrozar camiones que estaban completamente detenidos y sin previsión de ponerse en marcha porque se habían sumado a la huelga. Pero ni siquiera esto evitó el atentado.

En la comarca arousana lo han sufrido firmas como Transportes Kartin y la grovense Cameselle-Transfrío. El gerente de esta última, Alberto Cameselle, explica que fueron apedreados cuatro de sus camiones, “en Santander, Santiago, Asturias y de camino a Barcelona”.

El camión de Cameselle apedreado en Barcelona. FdV

Transportaban, sobre todo, pescados, cefalópodos y mariscos cargados en las lonjas de Vigo, A Coruña, Ribeira, Burela y Asturias, así como mejillón procedente de Cambados, Vilaxoán, Bueu, Cangas, O Grove y otros puntos de las Rías Baixas.

El atacado en tierras catalanas fue el más perjudicado, ya que este trailer estaba en movimiento cuando la piedra, de considerables dimensiones, impactó en su parabrisas, de ahí que entrañara un claro riesgo de accidente y la vida del chófer corriera peligro.

"Pueden matar a alguien"

“Los autores de este ataque son gente desesperada que no piensa que con estas acciones puede matar a alguien”, reflexiona Alberto Cameselle antes de indicar que “los daños materiales pueden rondar los 15.000 euros”, mientras que las pérdidas generadas a su empresa por la imposibilidad de repartir el producto que tenía previsto “pueden superar los 200.000 euros”.

Alfonso Rueda urge soluciones al Estado desde Catoira

Ante el desabastecimiento que está generando la huelga del transporte y la escalada de violencia que se deriva de la misma, son muchos los empresarios, políticos y sindicalistas que se han pronunciado para condenar los sabotajes y pedir soluciones.

A modo de ejemplo, decir que el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, acudió a Catoira en condición de presidente del PP provincial para respaldar el trabajo de la agrupación local y avalar el papel desempeñado por su líder Iván Caamaño.

Y fue en ese foro donde la militancia vikinga le transmitió su preocupación “por la situación de las economías domésticas y la pérdida de competitividad de las empresas que provoca el aumento del precio de los combustibles, la luz y el gas”.

A lo que Rueda respondió diciendo que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, “debe tomar una decisión urgente, porque quien tiene la capacidad de tomar decisiones económicas y estructurales es el Estado”.

El presidente del PP pontevedrés abundó en ello diciendo que su partido y la Xunta “estamos reclamando que bajen con urgencia los impuestos de la luz, el gas y los carburantes que están asfixiando a las familias, empresas y transportistas”.

A su juicio, “no es el momento de atrasar decisiones que son fundamentales y urgentes, sino que hay que tomarlas de inmediato porque los ciudadanos no pueden esperar hasta final de mes”.

En relación con esto, explica que especies como el mejillón “pueden aguantar con vida en las bateas durante un tiempo; el problema es el pescado, carne y otros productos que están en las cámaras y que al estropearse generarán pérdidas brutales a muchas empresas”.

La compañías lácteas

Un handicap al que deben hacer frente, también, las industrias lácteas, que en la comarca están representadas por la multinacional Nestlé, con sede en Pontecesures.

No hay que perder de vista que este sector decidió paralizar desde ayer su actividad en toda España como consecuencia de la huelga de transportes.

Un piquete informativo en Catoira. Iñaki Abella

La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) explicó que se tomó esta decisión después de que las fábricas vieran interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos lácteos.

Al igual que ven anulada o seriamente amenazada la cadena de distribución, de ahí que se anulara la capacidad de envasado y de almacenamiento y gestión de “un alimento que es altamente perecedero y esencial para el consumo diario”, indican en dicha entidad, que integra a más de 60 empresas del sector y representa más el 95% de la producción nacional de lácteos.

La recogida de leche para Nestlé

Desde la compañía Nestlé, con factoría en Pontecesures, remarcan que es su deseo “evitar que la actividad productiva quede afectada y garantizar el abastecimiento de sus productos en la distribución”.

Sin embargo, sus fábricas de lácteos están teniendo dificultades “en la recepción de mercancías, como materias primas y envases, así como en la expedición de producto terminado”.

Ante esta situación, especialmente significativa en las plantas ubicadas en la cornisa cantábrica, “existe un claro riesgo de detener la recogida de leche fresca en algunas de las granjas”, aseguraban ayer en la multinacional.


A lo que añaden que esta paralización “está acarreando consecuencias sociales, económicas y medioambientales inevitables”, ya que se traduce en la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas, lo cual desembocará en el desabastecimiento.

Aguas minerales

También el sector gallego de aguas minerales denuncia problemas de desabastecemiento en los mercados y ceses de producción, citando como ejemplo a la firma Sanxinés, en Vilagarcía

En cualquier caso, y volviendo a los atentados sufridos por los camiones de Transportes Cameselle, “eso de las pérdidas materiales es lo de menos, ya que lo que hay que lamentar es que puede ocurrir alguna desgracia personal, y en el caso de nuestro chófer atacado de camino a Barcelona, pudieron haberlo matado”, apostilla el empresario meco propietario de dicha firma.

El chófer de Cameselle al que apredrearon en Cataluña.

Graban al autor de un sabotaje en Siradella

Pero en O Grove no solo hay que resaltar el apedreamiento sufrido por algunos de sus camiones lejos del municipio. También hay que hacer hincapié en el sabotaje sufrido por un tráiler estacionado desde el lunes en la zona industrial del Monte Siradella.

Lo llamativo de este episodio es que el autor de los hechos está identificado, ya que había una cámara grabando. Se le ve bajando de un turismo y dirigiéndose al tráiler, de la empresa Transportes Kartin, para rajarle todas las ruedas. Ni que decir tiene que tanto estos hechos como los demás sabotajes sufridos por la flota de camiones arousana han sido puestos en conocimiento de las autoridades policiales.

Escasez en los supermercados

A la imagen de estanterías de aceite de girasol vacías que se aprecia en supermercados de la comarca desde hace días se suma ahora el desabastecimiento de lácteos.

Ayer ya era evidente la carencia de muchas marcas en diferentes puntos de venta arousanos.


Óscar Torres Otero: “Pudieron haberme dejado ciego”

Óscar Torres Otero, de 48 años y vecino de O Grove, es uno de los muchos transportistas que sufrieron el ataque de los piquetes con motivo de la huelga que se lleva a cabo a nivel nacional. Y es uno de los que más expusieron su vida, ya que en su caso no es que pincharan las ruedas de su vehículo, sino que lo apedrearon mientras circulaba.

Sucedió a la entrada de Barcelona y cuando se incorporaba a una autopista, “por lo que únicamente avanzaba a 60 o 70 kilómetros por hora”.

No ir a más velocidad es uno de los factores que pudieron salvarle la vida, ya que desde lo alto de un puente le lanzaron las piedras, entre ellas una del tamaño de un brick de leche que impactó en el parabrisas y lo destrozó. “Si hubiera ido a más velocidad el resultado habría sido trágico”, explica el chófer.

Si me entraran en los ojos podía quedarme ciego de por vida, como ya la pasó en otra ocasión a un compañero

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“Temí por mi vida –reconoce–, pero, sobre todo, pensé que pudieron haberme dejado ciego, ya que las astillas del parabrisas que se esparcieron por toda la cabina pudieron haberme alcanzado los ojos”.

Aún con el susto en el cuerpo, relata que esta terrible experiencia no es nueva para él, ya que también lo apedrearon en su camión durante la huelga general del año 2002, la del 20-J, convocada por UGT y Comisiones Obreras contra el Gobierno de España, por entonces en manos de un Partido Popular liderado por José María Aznar.

Para explicar con todo detalle lo sucedido en esta ocasión, el camionero grovense relata que transportaba medicinas, y que cuando así se lo transmitió a los piquetes que le dieron el alto a su paso por Ourense, “me dejaron seguir camino sin problema alguno”.

Todo se torció llegando a Barcelona, “cuando sin que nadie preguntara nada, me apedrearon y pusieron en juego mi vida”, insiste.

“Ya iba pendiente de los puentes porque ya sé qué pasa con estas huelgas y ya me pasó esto hace veinte años, pero aún así no pude ver a quienes me lanzaron las piedras desde el puente cuando me incorporaba a la autopista”, manifiesta el meco.

O no son transportistas de verdad o son unos niñatos que no saben nada de este sector y carecen de escrúpulos, ya que lanzando una piedra a un camión en movimiento pueden matar a cualquiera

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“Impactó en la luna delantera y saltaron las astillas por todas partes, metiéndose en mi pelo, la cama que llevo detrás de mi cuando conduzco y toda la cabina del camión; incluso en la bolsa de la ropa. Si me entraran en los ojos podía quedarme ciego de por vida, como ya la pasó en otra ocasión a un compañero”, denuncia.

El parabrisas de un camión de O Grove apedreado. FdV

Tras indicar que algunos transportistas “están siendo bloqueados o atacados cuando tratan de volver a casa, ya que el paro los sorprendió cuando estaban en Italia u otros países europeos”, Óscar Torres continúa su relato diciendo que la cámara del sistema de alcances que porta el camión hizo que empezara a frenarse inmediatamente.

“En cuanto me detuve llamó al 112, ya que no podía seguir camino y estaba parado en medio de la autopista”, añade el grovense antes de exponer, como también hizo su jefe, que los que atentaron contra él “o no son transportistas de verdad o son unos niñatos que no saben nada de este sector y carecen de escrúpulos, ya que lanzando una piedra a un camión en movimiento pueden matar a cualquiera, tanto al que lo conduce como a quienes viajen en otros vehículos próximos”.

Con 25 años de experiencia en Transportes Cameselle, Óscar Torres no oculta su indignación por este episodio que pudo haberle costado la vida; o haber acabado con la de cualquier otra persona que en aquel momento circulara por la misma carretera. Sobre todo teniendo en cuenta que su camión pesa 40 toneladas y mide unos dieciséis metros de largo.

“Sentí nervios e impotencia al ver lo que me habían hecho, por lo que solo puedo pedir que no vuelvan a hacer algo parecido a nadie”, finaliza el conductor meco.

Eduardo Abad (presidente de UPTA): "La patronal tiene que ser responsable"

El apedreamiento de camiones en O Grove, o que otros de una conocida empresa vilagarciana amanecieran con la ruedas pinchadas, son solo un pequeño ejemplo de un “grave conflicto empresarial”, en palabras del vilagarciano Eduardo Abad Sabarís, presidente de la Unión de Profesionales Trabajadores Autónomos (UPTA).

En relación con el paro patronal del transporte señala que “es un conflicto entre las empresas cargadoras y empresas y autónomos que realizan el transporte final”.

Y se produce “cuando ya estamos sufriendo una crisis económica brutal de consecuencias tremendas derivada del COVID y de la invasión de Rusia en Ucrania”.

El vilagarciano Eduardo Abad.

El vilagarciano Eduardo Abad.

Es todo ello, junto con el precio de la electricidad y el petróleo, lo que hace que “nos encontremos en una situación límite en la que seremos una vez más los autónomos los que paguemos las mayores consecuencias”, manifiesta Eduardo Abad.

Habla de “los comerciantes, los marineros, mariscadores, panaderos, albañiles y todos los que estamos siendo víctimas de una auténtica irresponsabilidad”.

Dicho lo cual, el presidente de UPTA sostiene que “la patronal tiene que ser responsable y arreglar de inmediato la situación de tensión generada en las empresas cargadoras y los transportistas finales, pues por un desacuerdo así no se puede paralizar la economía de un país”. 

Dejen de actuar de una forma absolutamente trapichera y terminen de arreglar sus problemas porque no tenemos que pagarlos los autónomos

Eduardo Abad Sabarís - Presidente de UPTA

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Termina reclamando a la patronal “que se haga responsable de lo que pueda pasarnos a todos los autónomos, porque nosotros los haremos responsables a ellos de las consecuencias que estamos padeciendo ya las familias y pequeños negocios a causa del desabastecimiento de materia prima y bienes de consumo”. 

“Dejen de actuar de una forma absolutamente trapichera y terminen de arreglar sus problemas porque no tenemos que pagarlos los autónomos, las pequeñas empresas y los ciudadanos en general”, sentencia Eduardo Abad.

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