El proyecto de “Caminos Escolares Seguros” parece estar más cerca de hacerse realidad. Por un lado, el Concello de Vilagarcía acaba de aprobar el convenio con Stop Accidentes como apoyo técnico para su diseño y la implicación social. Por otra parte, desde Ravella confirman que “en los próximos días saldrán a licitación las obras que favorecerán la movilidad y la accesibilidad, por valor de 600.000 euros, de los que 350.000 los aporta el Idae (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), lo que da una idea de la importancia que se le reconoce al proyecto”.
La primera actuación se centrará en el entorno de A Lomba, donde existen dos colegios de Educación Primaria (A Lomba y Arealonga), uno de Educación Infantil (Vagalume) y la guardería municipal. En base a un cálculo del tráfico diario de 1.000 personas entre docentes y alumnos, a los que hay que sumar los cerca de 600 familiares que se acercan a los centros y el transporte escolar, desde el gobierno local señalan que “la necesidad de actuar para mejorar la seguridad es más que evidente”.
Stop Accidentes y Concello se reunirán el 22 de febrero con las comunidades escolares de Vilagarcía
La concejala de Urbanismo, Paola María Mochales, ya mantuvo reuniones con Stop Accidentes y más concretamente con su presidenta, Jeanne Picard, una reconocida experta en esta cuestión a nivel nacional. Las conversaciones se centraron en las últimas semanas se concretaron en un convenio de colaboración que echará a andar a finales de febrero, cuando Picard y sus técnicos inicien las reuniones con el colectivo escolar para el desarrollo del diagnóstico y posterior diseño de los caminos escolares que, desde varios puntos de la ciudad, conducirán al complejo educativo de A Lomba en un ambiente seguro.
Para ello, tanto desde el Concello de Vilagarcía como desde Stop Accidentes, se buscará también la colaboración de hosteleros, comerciantes y voluntarios para desarrollar esta red. La intención es aplicar el plan que ya se implantó en A Coruña y otros municipios de su entorno, a través del programa Ancas, Asociación de Niños Caminantes por un Ambiente Sostenible y Seguro). Una rana, de ahí el término “ancas” servirá para señalizar itinerarios y puntos de encuentro y acompañamiento.
Estos itinerarios a desarrollar pretenden que los menores ganen autonomía personal y calidad de vida mientras van y vienen a la escuela evitando viajes motorizados en el coche familiar. De ahí los itinerarios seguros para los desplazamientos a pie o en bicicleta y la previsión de que exista una cierta supervisión en la movilidad, con la implicación de los padres, policía local, profesores y voluntarios, garantizando con ello la seguridad en todos los trayectos.
Estos itinerarios a desarrollar pretenden que los menores ganen autonomía personal y calidad de vida mientras van y vienen a la escuela evitando viajes motorizados en el coche familiar
Para los casos en los que es inevitable el traslado en coche, el proyecto presenta espacios delimitados y rotulados en las entradas de los centros, bajo el lema “Bico e Vai¡”, una versión del “Kiss & go¡” que ya se usa en otros planes similares, pero aquí adaptado al gallego y al programa de movilidad VAI!.
Las ciudades caminables promueven la recuperación de la calle por parte de la infancia, una idea que cuenta con el decidido apoyo de la Dirección General de Tráfico. Por ello no se consideran admisibles diseños y regulaciones que dificulten a los escolares de primaria el caminar con autonomía. Otro de los objetivos es que el diseño de los espacios debe propiciar el juego libre, las zonas peatonales o semipeatonales y limitar la velocidad a 10 kilómetros por hora.
A través de “Ancas”, y de la mano de Stop Accidentes y Concello, se trabajarán valores sociales como la prudencia, la responsabilidad, la solidaridad o la autonomía. “Todo en un marco global que busca reducir el uso del vehículo privado y generar hábitos que permitan recuperar la ciudad como espacio de relación y convivencia con una movilidad más sostenible y segura”, señalan desde Ravella.
