El erizo de mar se abre camino en Galicia

Hace días comenzaba la campaña extractiva del erizo de mar en Bueu y Cangas, al igual que mañana lo hace en O Grove. Son solo tres de los muchos puertos, pósitos y/o agrupaciones gallegos –unos cuarenta– que se dedican este año a la extracción del equinodermo, cada vez más codiciado y cotizado.

Prueba de ello es que el año que más cantidad se subastó en Galicia fue 2005, con 765 toneladas que generaron 1,2 millones de euros, después de marcar topes en lonja de 5 euros por kilo.

Nada que ver con lo que sucede ahora, cuando se da verdadero valor al erizo, de ahí que en 2020 cotizara a máximos de 26 euros para casi quintuplicar los ingresos de quince años antes y alcanzar 5,4 millones, por la venta de 617 toneladas.

Son esas buenas cotizaciones en lonja que ahora alcanza el erizo de mar y la creciente demanda del mismo en los mercados, lo que hacen que cada vez sean más las cofradías gallegas que se acogen a los planes de explotación de recursos específicos, que debe aprobar la Consellería do Mar.

De este modo centran sus miradas –y esfuerzos– en los equinodermos, tanto para extraer erizo como holoturia, también conocida como carajo o carallo de mar, diversificando así la actividad extractiva y dejando “descansar” a otras especies, como navaja y longueirón.

Provincia de Pontevedra

En la provincia de Pontevedra, por ejemplo, se desarrollan este año ocho planes de explotación de equinodermos participados por las cofradías de O Grove, A Guarda, Aldán, Baiona, Bueu, Portonovo, Sanxenxo, Cangas y Vigo.

Por su parte, en la de A Coruña se ejecutan trece, estos con una veintena de pósitos o agrupaciones –entre ellos los de Aguiño y Ribeira–, mientras que en la provincia de Lugo son cinco planes repartidos entre una decena de entidades.

Esperan al último trimestre del año

Prácticamente todas ejecutan la segunda fase de su campaña anual en estos tres últimos meses, dejando una parte de los días de extracción que tienen asignados para las fechas previas a Navidad.

Quiere esto decir que en lo que resta de ejercicio van a multiplicarse las capturas obtenidas en el arranque del mismo y en primavera, cuando se vendieron en las lonjas gallegas 530 toneladas de erizo de mar por importe de 4,3 millones de euros.

De ello pueden ocuparse ocho mariscadores de a pie y otras tantas embarcaciones censadas en A Guarda, cuatro barcos y diez buceadores con permiso para el erizo en Aldán, ocho naves y dieciséis tripulantes que lo tienen en Baiona y una cantidad idéntica en el caso de Bueu, Portonovo y Sanxenxo, que comparten uno de los planes de explotación aprobados por Mar.

Como aprobó el presentado por Cangas, para siete barcos y 22 tripulantes, el de Vigo, para seis y doce, respectivamente, y el compartido por Ribeira y Aguiño, con 66 barcos y catorce autorizaciones para el empleo de bichero.

San Martiño de O Grove

A lo que se suma el permiso concedido a la cofradía de pescadores San Martiño, con sede en O Grove y socios de esta localidad, Cambados, Meaño, Ribadumia y Sanxenxo.

La UVigo repuebla la costa de Cangas con casi 30.000 juveniles de erizo de mar

En este caso se autoriza la extracción de equinodermos mediante buceo, con suministro de aire desde superficie, a 28 tripulantes, a bordo de catorce embarcaciones.

En O Grove disponen este año de permiso para 65 días, en el caso del erizo, y de 50 jornadas de trabajo para la holoturia.

Lo que hicieron sus buceadores, como sucede en casi todos los pósitos, fue dividir la campaña en dos, desarrollando una parte a principios de año –en la lonja meca con 23 toneladas de erizo y 194.000 euros– y dejando la otra mitad para este trimestre.

5 millones de euros

Con el trabajo que hoy inician los socios del pósito meco, y el que van a llevar a cabo las demás cofradías gallegas en esta recta final del año, puede cerrarse facturando más de cinco millones de euros.

Quizás alcanzando los seis millones, moviéndose así en registros similares a los de año pasado, en plena pandemia, y de 2019, cuando se subastaron 617 y 696 toneladas, respectivamente.

También se habían alcanzado niveles muy importantes en los años precedentes, con 640 toneladas en 2018 (4,4 millones de euros), 747 toneladas en 2017 (4,5 millones de euros), 693 en 2016 (3,6 millones) y 634 toneladas de erizo de mar en 2015 (2,5 millones).

13.302 toneladas y 51 millones de euros desde 2001

Resumiendo, que desde el año 2001 se comercializaron desde Galicia 13.302 toneladas de este producto, lo cual generó en lonja unos ingresos de 51 millones de euros.

Analizando esas facturaciones se constata, como se apuntaba anteriormente, que el erizo ha disparado su precio. Y no solo eso, sino que el aumento de la demanda hace que los pescadores puedan permitirse marcar precios mínimos dignos que garanticen la rentabilidad de su trabajo.

Esto hace que en algunas lonjas nunca baje de los 7, 8 e incluso 9 euros por kilogramo. A años luz de lo que sucedía hace dos décadas, cuando prácticamente se regalaba.

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