Una parte de la flota de enmalle dejó hace semanas de centrarse en su captura para dedicarse a otros recursos.
Pero hay pescadores, sobre todo en el puerto más importante de Galicia para esta especie, como es el de O Grove, que siguen aferrándose a esta actividad porque, como indicaban ayer, “ahora mismo el centollo es lo que nos da la vida”.
Algunos lo explicaban mientras subían a bordo sus miños, que es como se conoce a la red más empleada para la captura de este preciado recurso, antes de zarpar y largarlos en diferentes puntos de la ría, y fuera de ella.
Hoy los levantan para seguir llevando centollo a lonja, con la esperanza de que los tres meses que restan de campaña sean tan positivos como lo fueron los cuatro anteriores.
El viernes la lonja meca subastó 359 kilos, a un máximo de 19 euros y a un mínimo de 9.