Poco después de las ocho de la tarde de ayer la Corporación municipal de Valga se reunía para celebrar una sesión plenaria que, como muchas otras, acabó en medio de una tremenda gresca política.
Casi a medianoche, el grupo mayoritario del PP condenaba y despreciaba, a través de las redes sociales, la actitud de la portavoz socialista, María Ferreirós, quien intervino “a gritos y sin mascarilla”.
La concejala llegó a ser expulsada por el alcalde, José María Bello Maneiro, al igual que sucedió con el también socialista Javier Carballo. Pero habría desafiado al regidor, invitándolo a requerir la presencia de la Guardia Civil para que la sacaran del salón de sesiones.
Explican los “Populares de Valga” en su cuenta en Facebook que la portavoz del PSdeG-PSOE “traspasó un nuevo límite en su habitual falta de respeto por los órganos que rigen el Concello y los cargos electos, intentando convertir el pleno en un espectáculo lamentable y perdiendo las formas por completo”.
“La portavoz del PSOE traspasó un nuevo límite en su habitual falta de respeto por los órganos que rigen el Concello y los cargos electos, intentando convertir el pleno en un espectáculo lamentable y perdiendo las formas por completo”
Al tiempo que apuntan que Ferreirós “se negaba a abandonar el salón cuando fue expulsada e intentaba impedir que la sesión continuara, profiriendo continuos gritos y sin llevar puesta la mascarilla durante varios minutos”, los conservadores detallan lo sucedido diciendo que la “salida de tono” se produjo “durante el debate de una moción en la que se solicitaba una mayor financiación para el servicio de ayuda a domicilio”.
La comparecencia de una concejala
Aunque parece que el detonante fue la comparecencia de la concejala de Turismo, Novas Tecnoloxías e Escola de Música, solicitada por el propio PSOE para que la edil interpelada explicara su gestión en relación con la escuela de música durante la pandemia.
Estaba dispuesta a intervenir, pero en el Concello explican que “finalmente no pudo hacerlo por el lío que se montó”, ya que el PSOE “no quería que compareciera en este pleno, sino en el siguiente”.
Fue tal el enfado de María Ferreirós que “interrumpió constantemente, por lo que el alcalde la advirtió en varias ocasiones para que no hablase sen estar en uso de la palabra”, aclaran en el PP.
Ella, María Ferreirós, se explica diciendo que “Bello Maneiro vulnera constantemente los derechos de la oposición, nos retira la palabra, e interrumpe y corta nuestras intervenciones, dirigiéndonos habitualmente insultos como ‘maleducada’ y ‘sinvergüenza’, e incluso refiriéndose a cuestiones personales y familiares”.
De este modo “trata de amedrentar a la oposición, especialmente cuando le exigimos aclaraciones de su gestión”.
Alegan los socialistas que todo esto colmó su paciencia, “especialmente cuando el alcalde, saltándose la normativa, impidió la comparecencia de la concejala de la Escola de Música”.
“Bello Maneiro vulnera constantemente los derechos de la oposición, nos retira la palabra, e interrumpe y corta nuestras intervenciones, dirigiéndonos habitualmente insultos como ‘maleducada’ y ‘sinvergüenza"
Ante esto, María Ferreirós declara que “esa comparecencia estaba en el orden del día, y por lo tanto tenía que producirse o bien proceder a su votación para incluirla en el siguiente pleno, pero Bello Maneiro, abusando de su cargo, decidió que su concejala no compareciera, vulnerando los derechos de concejales y ciudadanos”.
Fue “cuando el alcalde saltó este punto del orden del día cuando los socialistas exigimos reiteradamente que se debatiera, lo que provocó una discusión no deseada, pero necesaria, para decir alto y claro que ante sus tropelías no nos vamos a callar”, sostienen en las filas socialistas.
Llamadas al orden y expulsión
En ese instante, dado que María Ferreirós “hacía caso omiso”, el regidor decidió expulsarla, “en virtud del artículo 42 del Reglamento Orgánico Municipal, en el que se indica que ‘corresponde al presidente (alcalde) dirigir los debates y mantener el orden”, además de establecer que el regidor puede “llamar al orden a cualquier miembro de la Corporación y, tras hacerlo tres veces, podrá ordenarle que abandone el salón de plenos”.
Fue lo que sucedió. Pero la portavoz socialista “se negó” a marcharse “y llegó a decir al alcalde que si quería expulsarla iba a tener que llamar a la Guardia Civil”.
Pero eso no es todo. Esgrimen en el PP que “desde ese momento la concejala del PSOE intentó boicotear lo que restaba de la sesión, con constantes gritos que prácticamente impedían escuchar las intervenciones de los demás miembros de la Corporación”.
En plena refriega política “se sumó a ella el concejal Javier Carballo, que, por el mismo motivo, acabó siendo expulsado también, negándose a acatar la decisión del alcalde”.
Al explicar lo ocurrido, los conservadores valgueses aseguran que “a pesar de este intento lamentable de impedir el normal desarrollo de la sesión, el resto de la Corporación consiguió, a duras penas, tratar todos los asuntos recogidos en el orden del día y terminar el pleno”.
"Escaso interés por el bienestar de sus vecinos"
Considera el PP de Valga que “este episodio deplorable es una muestra más del escaso interés que para los concejales del PSOE tiene el bienestar de sus vecinos, que prefirieron montar un espectáculo porque non le iba bien que se aprobasen asuntos beneficiosos para muchos valgueses”.
Dicho de otro modo, que los socialistas “no tenían nada que ‘vender’ y tenían que buscar la forma de desviar la atención, aunque fuera perdiendo las formas por completo e incumpliendo varias medidas higiénicas y sanitarias básicas para la prevención del COVID-19”, ya que, insisten, María Ferreirós “estuvo profiriendo gritos en el salón de plenos sin la mascarilla obligatoria”.
La conclusión a la que llega el PP de Valga, con amplia mayoría en la Corporación, es que todo ocurrió porque la portavoz del PSOE “decidió ser protagonista” en un pleno en el que "no tenía nada que vender", ya que se aprobó el proyecto para la ampliación de la red de abastecimiento de agua, con un desembolso de Xunta y Concello que asciende a 183.000 euros, y la solicitud de dos nuevos “obradoiros” para 36 personas.
Además de anunciar el alcalde “que el Concello destinará 18.000 euros, más que la Diputación, a ayudas para los sectores más afectados por la pandemia”.
Y así, mientras los conservadores cargan contra ella, María Ferreirós explica esta mañana en su perfil creado en Facebook para cuestiones políticas, que su grupo municipal apoyó en el pleno asuntos tales como delegar a la Diputación la fase instructora de las multas de tráfico, la mejora de la red de abastecimiento municipal y el convenio para la gestión del “Obradoiro de Emprego Ulla-Umia VI”, compartido con el Concello de Moraña.
La propia María Ferreirós explica que los socialistas respaldaron estos asuntos por considerarlos “importantes para la mejora de las infraestructuras de Valga”, además de entender que los talleres de empleo son ahora “más necesarios que nunca”, sobre todo pensando en la futura inserción laboral de los jóvenes.
Eso sin olvidar que “incorporan demandas que nuestro grupo plantea desde hace años, como la incorporación de un módulo formativo centrado en la gestión forestal”.
