San Ezequiel Moreno es el santo patrono de los enfermos de cáncer, y desde hace unos meses se le guarda devoción en la iglesia parroquial de San Vicente de O Grove, donde custodian una imagen suya y dos reliquias. La última de ellas llegó a O Grove anteayer jueves, procedente de Roma, y se trata de un pequeño fragmento de un hueso del santo.
San Ezequiel Moreno nació en Alfaro (La Rioja) en 1848, y mostró desde muy joven un vivo interés por la vida religiosa. A los 16 años ingresó en el convento de los Agustinos Recoletos de Monteagudo (en Navarra), y fue misionero tanto en Filipinas como en América Latina. En este continente llegó a ser obispo en dos diócesis colombianas.
Fue allí donde se le diagnosticó de cáncer, y volvió a España para tratarse. Cuenta la tradición que tuvo que someterese a varias operaciones quirúrgicas, algunas de las cuales las pasó despierto y sin apenas anestesia, a pesar de lo cual no se quejó en ningún momento de dolor. Al conocer que su dolencia era irreversible, el santo pidió morir en Monteagudo, y fue en este convento navarro en el que falleció en 1906. Décadas después, lo canonizó el Papa Juan Pablo II.
El cura de San Vicente de O Grove, Juan Ventura Martínez, explica que fueron unos religiosos venezolanos de paso por O Salnés quienes le hablaron de San Ezequiel Moreno. El sacerdote arousano se interesó por la vida y la obra del santo y leyó varios libros sobre él.
Hace unos meses encargó una imagen del santo riojano, pues tenía una peana libre, y habló con un fraile agustino recoleto (misma orden a la que pertenecen las monjas de clausura de Vista Alegre, en Vilagarcía) para ver si se podría conseguir una reliquia.
Pronto llegaría a O Grove la primera, consistente en uno de los dedos de los guantes que San Ezequiel Mosquera empleó durante su etapa como obispo en Colombia. También se bendijo la imagen en el día dedicado a este santo (el 19 de agosto), y finalmente, se ha recibido la reliquia ósea.
Juan Ventura Martínez explica que esta permanecerá expuesta junto a la imagen, para que todas aquellas personas que acudan al santo con fe y devoción, puedan sentir más próxima su presencia.
