Bateeiros de rías como Arousa, Pontevedra y Vigo van a escenificar hoy su malestar frente a la presión ejercida contra ellos por cofradías de diferentes puntos de Galicia que intentan impedirles que extraigan mejilla en las rocas del litoral.

Los mejilloneros se han citado a través de diferentes grupos de WhatsApp para desplazarse en masa a lugares en los que habitualmente recolectan esa semilla de molusco que necesitan para encordar sus bateas y preparar cada ciclo de cultivo.

Desde Vilanova

Se reunieron a las nueve de la mañana en puertos como el de Vilanova, desde el que partieron en sus coches, hacia Cabo Home, en Cangas, donde los esperaban ya una treintena de pecebeiros y una buena cantidad de agentes de la Guardia Civil, dispuestos a medidar y a evitar enfrentamientos.

Fueron alrededor de un centenar los bateeiros desplazados desde la ría arousana a la Costa da Vela, aunque allí esperaban reunirse con otros procedentes de las rías de Pontevedra y Vigo.

"Vamos a Cangas con la única intención de hacer nuestro trabajo, es decir, recoger la cría que legítimamente nos pertenece, y de paso queremos mostrar nuestro malestar con esas cofradías que se empeñan en boicotearnos", indicaban en el muelle vilanovés, antes de partir.

Pretenden hacerlo "de forma pacífica, tratando de ejercer nuestro derecho a extraer mejilla y dejando patente nuestro enfado por los ataques realizados por cofradías que parecen haberse unido para expulsarnos de la costa".

Los enfrentamientos verbales e incluso físicos vividos con percebeiros de Cangas, Aguiño, Mera y otros puntos de la comunidad han llevado a los mejilloneros a iniciar este movimiento de presión y reivindicación, sabedores de que la legislación vigente les asiste y les permite recolectar la cría de molusco en todo el litoral, salvo algunas zonas acotadas.

"Estuvimos trabajando sin problemas en toda la costa, e incluso bajo la Torre de Hércules, donde los vigilantes se limitaban a comprobar que no extraíamos percebe y nos dejaban recolectar mejilla tranquilamente", explican en el sector.

Lo que ocurre es que, "algunas cofradías se pusieron de acuerdo para expulsarnos de las zonas donde hay percebe y de pronto empezaron en todas partes unos problemas y una crispación que no son nuevos, pero que empeoran por momentos y pueden desencadenar enfrentamientos físicos graves", añaden los bateeiros consultados.

Pero "no nos van a amedrentar y no van a impedir que hagamos un trabajo para el que estamos autorizados, de ahí que queramos ir hoy todos juntos a diferentes zonas de recolección, para hacer valer nuestros derechos y dar un toque de atención a la administración, para que deje las cosas claras de una vez por todas".

Los que así se pronuncian sostienen que hasta ahora estuvieron "evitando las disputas, por eso nos marchábamos de las zonas donde había problemas con los percebeiros", como sucedió el viernes en la Costa da Vela, en Cangas.

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"Es momento de que nos hagamos respetar"

"Pero todo cansa y es momento de que nos hagamos respetar", sentencian tras recordar que en O Morrazo los mariscadores incluso atravesaron árboles y cavaron zanjas en los viales que dan acceso a la costa para impedir la llegada por tierra de los bateeiros a las zonas de cría.

Unos hechos lamentables a los que también se refiere Sebastián Cousido, presidente de la asociación de Mejilloneros Xidoiros, de A Illa de Arousa, quien los compara con "la ley del salvaje Oeste" y pide a la Xunta que ponga orden "antes de que hagamos cosas de las que después podamos arrepentirnos, porque de valientes están los cementerios llenos".

Lei de Pesca de Galicia

Lei de Pesca de GaliciaDicho lo cual asegura que tanto él como los demás bateeiros respetan el trabajo, y el producto, de los percebeiros. Pero eso sí, advirtiendo de que la Lei de Pesca de Galicia "les permite extraer percebe en ciertas zonas rocosas, lo cual no quiere decir que las tengan en propiedad".

La misma legislación, dicho sea de paso, que contempla a los bateeiros como "los únicos que pueden extraer mejilla en esas mismas zonas", recalcan.

En base a esa normativa, e incluso sin ella, "hubo épocas en las que todos convivíamos en paz". Un entendimiento que todos parecen desear, por lo que el presidente de los mejilloneros isleños apunta que si él y los demás "no culpamos a los percebeiros de la escasez de mejilla, estos tampoco pueden culparnos a nosotros si no tienen percebe".

La solución, en definitiva, es "que la administración ponga a cada uno en su sitio y aplique las leyes y normas que correspondan, para que cada parte se dedique a lo suyo e intentemos no complicar más unos tiempos que ya son difíciles para todos".