La plataforma presidida por el vilagarciano Xavier Pombo se gestó en plena pandemia del coronavirus. Es cierto que las pequeñas agencias de viaje llevaban tiempo soportando determinadas cuestiones estructurales del sector, tapadas en parte por su espectacular crecimiento, pero la aparición en escena del virus ha hecho estallar todo por los aires. Se constituyó como plataforma de afectados para hacerse visibles a las administraciones y fue construyéndose de forma telemática, contactando todas las pequeñas agencias unas con otras hasta alcanzar la cifra de 3.000, listón que muy probablemente acabará más alto en los próximos días.

Desde que comenzaron a unirse, la plataforma ya ha mantenido contactos con Turismo y con diferentes partidos políticos a los que les ha transmitido la situación en la que se encuentran, "planteándoles nuestras reclamaciones, y sobre todo, una legislación adecuada para el sector", una de las grandes carencias que existen en este momento y que contribuye a que las pequeñas agencias se encuentren en precario en estos momentos. Por el momento, solo han encontrado buenas palabras, pero no están dispuestos a conformarse con esto, lógico, cuando el futuro les va en ello.