Otra forma de divertirse

Dicen los participantes en la primera expedición de la temporada del "Chasula" que "el ambiente a bordo volvió a ser inmejorable", destacan "el cariño y las atenciones" del patrón, Isidro Mariño, y hacen hincapié en el ya tradicional aperitivo a bordo, esta vez a base de navajas con cachelos.

Aunque lo más destacado de la jornada, lógicamente, fue el avistamiento de aves y delfines que pudieron ser filmados o fotografiados desde muy cerca, además de dejarse contar por profesionales como Xabier Vázquez Pumariño o Xoán Diéguez para elaborar un censo que refuerza las bases de datos existentes en las que se da cuenta de la riqueza ornitológica de las Rías Baixas.

Los integrantes de la tripulación en esta ocasión, entre ellos representantes del sector turístico como Luciano Martínez, gerente del cuatro estrellas Talaso Hotel Louxo La Toja, donde incorporan este tipo de rutas ornitológicas a a su oferta, se toparon esta vez con álcidos como tres ejemplares de frailecillo atlántico, seis de arao común y 16 de alca común.

Pero también "ficharon" un ánade azulón, doce rabudos y un eider común, un pato de marcadas tendencias marinas que se reproduce en las costas del Norte de Europa y poco presente en Galicia, con solo seis ejemplares localizados en esta comunidad.

Xabier Vázquez Pumariño da cuenta, asimismo, de la localización de 41 individuos de la especie negrón común, un andarríos chico, tres de págalo grande, 18 gaviotas reidoras, cinco cabecinegras y más de 2.500 patiamarillas.

El alcatraz

La expedición del "Chasula" se encontró también con 144 gaviotas sombrías, tres ejemplares de gavión atlántico, un charrán patinegro, dos colimbos grandes, dos pardelas baleares y nada menos que 338 alcatraces inmersos de lleno en sus siempre espectaculares maniobras de pesca.

La relación se completó con un centenar de cormoranes grandes, 142 moñudos y, avistados en la isla de Sálvora, dos individuos de la especie aguilucho lagunero occidental.