Salomé Peña reconoce que su marcha también la llena de tristeza, no solo por dejar una actividad que lleva ejerciendo durante veinte años, sino también porque "me duele dejar este Concello en manos de quien está, de gente que solo tiene ansia de poder, de desbancar al Partido Popular; durante estos tres años y medio no es que no se haya avanzado, es que hemos retrocedido como municipio ante la pasividad de este tripartito".