La historia se repite y cuatro años después el PXOM vuelve a funcionar como arma arrojadiza a las puertas de una cita con las urnas. La diferencia es que ahora es el PP, que entonces tenía el gobierno, el que desde la oposición trata de aprovechar arremetiendo contra el documento urbanístico de los socialistas. Los mismos que en 2015 sacaron máximo rendimiento electoral al PXOM conservador.