El gobierno local socialista ha querido dejar claro que la reducción anual progresiva del impuesto de bienes inmuebles, IBI, aplicada en esta etapa de gobierno, consigue amortiguar el fuerte impacto del "catastrazo" del anterior ejecutivo del PP. Según los cálculos municipales, el ahorro medio en estos cuatro años en un recibo del IBI urbano se sitúa entre los 80 y los 180 euros, dependiendo de las características de la propiedad.

Aún así, hay que matizar que, a pesar de la rebaja del tipo impositivo acordada para el próximo ejercicio económico, el contribuyente abonará un recibo mayor que el del año 2015.

El impuesto de bienes inmuebles se obtiene por la multiplicación de dos factores: el valor catastral y el coeficiente impositivo. El primero lo fija la dirección general del Catastro, mientras que el coeficiente, dentro de unos límites legales, lo establecen los ayuntamientos.

El equipo de gobierno que preside Alberto Varela, recordó que el anterior equipo del PP elevó el coeficiente del 0.52 de 2011 al 0.60 en 2013 y además solicitó al Estado la revisión catastral de las propiedades urbanas.

"La actualización de la ponencia supuso un incremento tan grande de los valores catastrales de las propiedades y, consecuentemente, en el importe total del recibo a pagar por los vecinos, que su aplicación se distribuyó en diez años consecutivos. Es decir que, el valor catastral sube cada año desde 2014 y seguirá haciéndolo hasta el año 2023 incluido. La consecuencia de esta medida es que el importe del recibo de la contribución urbana a pagar por los vecinos también seguirá incrementándose en ese período. La única posibilidad que tiene el Concello para frenar el fuerte impacto económico de este catastrazo es actuar en el otro factor de la multiplicación, es decir en el tipo impositivo. Para tratar de compensar el continuado incremento de los valores catastrales y para reducir el esfuerzo fiscal de los vilagarcianos en plena época de crisis, este gobierno lleva a cabo desde el inicio de su mandato una política de reducción progresiva del coeficiente del IBI en la urbana", expuso el equipo de Alberto Varela Paz.

Los cálculos del gobierno local para establecer el ahorro medio acumulado en el IBI se hicieron cogiendo como referencia una selección aleatoria de propiedades urbanas de diferentes características y emplazamientos, dentro del grupo más numeroso, y por lo tanto, más representativo, que es el de las viviendas de hasta 300 metros cuadrados.

Uno de los ejemplos aportados por la administración municipal es el caso de un piso de 108 metros cuadrados situado en la calle Alejandro Cerecedo que en 2015 con el coeficiente del 0.60 pagó 184,66 euros de IBI, de mantenerse este mismo coeficiente tendría que abonar 233,91 euros. Sin embargo, con la rebaja al 0.51% aprobada en el pleno con los votos de la mayoría de los grupos de la izquierda, la cantidad a abonar el próximo año se reducirá a 198,82 euros.