Portugueses y rusos coparon el protagonismo del fin de semana en O Grove donde el pasado jueves comenzó la cincuenta y cinco edición de la Festa do Marisco; los primeros por el largo puente que pudieron disfrutar pues el viernes 5 de octubre se celebraba la fiesta nacional dedicada a los héroes de la República y los segundos porque han atendido las recomendaciones de la Mancomunidade de O Salnés en su visita a los turoperadores de aquel país y de paso que conocen las excelencias históricas de Compostela disfrutan un día del mejor marisco de España.

Son referencias de la propia Oficina de Turismo en la que también se matiza que ingleses, franceses e italianos, la mayor parte de ellos en largos viajes turísticos en autocaravana, deciden acudir a la cita gastronómica como parte del recorrido recomendado.

Y luego los españoles de distintas Comunidades Autónomas, obviamente mayoría de las más próximas como Asturias o Castilla-León pero también de Madrid, Andalucía o Extremadura; pero sobre todo gallegos de las cuatro provincias. "Incluso de Canarias", insiste el alcalde José Antonio Cacabelos.

El caso es que a mediodía de ayer, O Grove se abarrotó. A esa hora la fila de automóviles parados llegaba desde O Corgo, donde están instaladas las carpas del Marisco, hasta el propio puente de la isla de A Toxa. Intentar aparcar cerca de las instalaciones era una verdadera aventura aunque aliviada por los tres aparcamientos disuasorios que se han habilitado en el centro urbano.

Media hora antes, a las 11.30 horas, se habían encendido ya los fogones del conocido como "Comedor de Galicia" y empezaban a formarse las primeras colas para la compra de tickets.

En el interior de la carpa empezaron a llenarse las mesas y en los puestos camareros y cocineros se afanaban por servir las mejores raciones posibles de los productos más demandados por los clientes, desde almejas a la marinera al cangrejo real pasando por camarones, pulpo, navajas, arroz de marisco o rodaballo a la plancha.

Ni una sola queja en un ambiente que empezaba a arrancar con la misma armonía de todo el fin de semana, no en vano se trata de un público muy homogéneo que suele acudir a O Grove para degustar los productos más frescos que la Cofradía San Martiño descarga en la lonja de O Grove.

Ayer mismo, sobre la una de la tarde, era posible ver como llegaban lotes de mercancía a las casetas de venta para poder servir a los miles de clientes que se dieron cita en esta cuarta jornada de la fiesta.

Pero el ambiente no se ciñó a la carpa de degustación ni a las anexas en las que se celebró el festival folclórico en que Cantodorxo tuvo todo el protagonismo de la mañana ni tampoco alrededor de la de artesanía o de emprendedores.

Todo el pueblo presentaba un ambiente cosmopolita con terrazas llenas y restaurantes que ofrecían completísimas mariscadas a precios altamente competitivos.

Cierto que mandaba la mediana edad, pues un manjar como el marisco es apto solo para bolsillos con cierta capacidad adquisitiva. La juventud esperaba al concierto de C Tangana por lo que al menos tuvo ocasión de olerlo.