Entre tanto, el presidente del PP vilagarciano, Alfonso González Gallego, cargó contra el ejecutivo por "romper con el consenso que había sobre la localización del Obelisco" en la plaza de Galicia. En su opinión, los socialistas han descartado esa opción, "solo porque fue una propuesta del PP, y les da igual despilfarrar dinero público deshaciendo, además, una de las rotondas más atractivas de Vilagarcía", en alusión a la de O Cavadelo, donde hay una fuente de agua.

Pero Alfonso Gallego considera que la finalidad de este cambio de ubicación del Obelisco es en realidad, "una cortina de humo para tapar las críticas a la polémica obra de la plaza de Galicia". Cree asimismo que colocarlo en O Cavadelo, "fue una decisión a la desesperada", porque en los últimos días empezaba a cuestionarse la gestión del gobierno hacia la pieza, que lleva "tres años escondida en la Escola de Canteiros", y con el reloj en los bajos del Auditorio municipal.

Gallego plantea que "cada decisión y cada proyecto de este gobierno es un conflicto", y que "esto solo se explica por la falta de diálogo, pero también por la política destructiva y de improvisación" del ejecutivo que lidera Alberto Varela.

Por ello, se pregunta cuánto costará el traslado del Obelisco a la rotonda de O Cavadelo, y por el destino de la fuente que había en ese espacio.

Finalmente, los conservadores se refieren a las quejas ciudadanas que se escucharon en noviembre de 2015, después de que Ravella abogase por colocar el Obelisco en la calle Alcalde Rey Daviña. "Tuvieron que recular", arguye el PP. Ahora, dos años y medio después, "lo colocan en la rotonda de O Cavadelo, improvisando y sin escuchar la opinión de los vecinos, porque posiblemente tendrían que dar marcha atrás de nuevo", sentencia Gallego. Anteriormente, la pieza estaba en la plaza de la Constitución.