Los celadores de O Salnés exigen que se equipare su plantilla a la de otros centros

Los 25 celadores del Hospital do Salnés reclaman la inmediata equiparación con la plantilla de otros centros del Sergas y, por tanto, la incorporación de los cinco que faltan para cubrir los 30 que se recomendaron en los estudios realizados en 2008.

La situación, se explica en una iniciativa parlamentaria del BNG, provoca a los trabajadores "un ritmo de trabajo infame" pues los cálculos sobre las distancias que recorren en una jornada laboral es de 10 o 12 kilómetros, localización permanente a través de móvil a través del que reciben órdenes contínuamente y realizan en muchos casos de forma simultánea o les obliga a desatender unos servicios para atender otros".

Otra de las demandas del colectivo pasa por el nombramiento de una persona responsable porque son el "único colectivo que depende únicamente del personal sanitario". Entienden que esa dependencia solo "se hace precisa para establecer los criterios y prioridades del trabajo, al igual que la elaboración de protocolos de trabajo en los que se les tenga en cuenta, permitan la racionalización de su labor y se delimiten las funciones"

Cabe señalar que cuando en 2008 la gestión del hospital de O Salnés pasó a manos del Sergas, el cálculo que se realizó fue que el cuadro de celadores precisaba para atender las necesidades a treinta personas..

El BNG subraya que a día de hoy, cuando se llevó a cabo la ampliación del centro, ese cuadro es de solo 25 trabajadores y de ellos solo seis con carácter fijo.

El BNG considera que se trata de un número insuficiente "y un agravio comparativo con el resto de los hospitales, incluidos los que pertenecen al área integrada Eoxi Pontevedra-O Salnés.

Con el fin de que se observe la carencia, el BNG señala que en las tres plantas de hospitalización de O Salnés, los quirófanos, radiología y urgencias son atendidos por solo cinco personas en turnos de tarde hasta las tres de la madrugada.

Los nacionalistas entienden que el Hospital de O Salnés ha sido siempre marginado por el Sergas y subrayan que desde su inauguración en 2001 "cuenta con servicios y recursos muy por debajo de las necesidades asistenciales de la población".

Estas carencias se han observado en todos los ámbitos laborales, desde médicos, enfermeros, auxiliares y celadores que han tenido que redoblar esfuerzos para atender la demanda asistencial sin que afecte a los pacientes. El problema es una reminiscencia de la anterior gestión por una Fundación.