MANUEL MÉNDEZ | O GROVE

El grovense Miguel Vilas, concursante de la edición número diecisiete de Gran Hermano no ha aguantado más y ha confesado a una de sus compañeras de la casa de Guadalix de la Sierra su secreto. El meco, que ya en los últimos días se ha mostrado afligido por no poder sacarse el peluquín, ha decidido compartir su cara real con Clara, una de las habitantes de la vivienda convertida en plató de televisión durante las veinticuatro horas del día.

"Quiero que Clara sea la primera que sepa algo de mi", aseguraba Miguel en una de sus citas con el confesionario. De hecho, en las últimas horas las referencias y mensajes velados sobre su identidad secreta han copado las conversaciones de una de las parejas que mayor conexión han presentado en esta edición de 'Gran Hermano' que dirige Jorge Javier VázquezJorge Javier Vázquez. Los guiños entre ambos y el cruce de adulaciones ha tenido especial relevancia en la sala de confesiones, donde se han dedicado piropos y mensajes positivos que han rematado en un tierno abrazo bañado por las lágrimas del grovense. "Me oculto en un personaje que no soy y que necesita salir", le decía Vilas a su mejor amiga en la casa.

El gran descubrimiento se produjo finalmente después de una de las célebres fiestas de 'Gran Hermano. Después de especulaciones y diálogos en clave con Clara ("Ella piensa que soy travesti", llegó a confesar el concursante gallego), el meco se escondía en la lavandería de la casa para proceder al cambio de peluca. Allí, después de un largo proceso de lavado, aclarado y peinado del peluquín, confesó a su amiga quién era el verdadero Miguel Vilas.

"El chico que vas a conocer es el Miguel de verdad. Nadie, nadie, nadie me ha conocido así. Tengo mucho miedo por la aceptación", le decía a Clara que, expectante, lo tranquilizaba sin saber aún cuál era el secreto que guardaba. El grovense, mientras tanto, procedía al cambio de peluca sumergido en un baño de lágrimas. "Es una parte que no quiero que conozcan de mi porque me hace muy débil", le decía el jugador gallego mientras destapaba qué había bajo bisoñé. Desvelado ya el secreto, su amiga lo tranquilizaba: "Sigues siendo Miguel y lo seguirás siendo siempre para mí".

El modelo no ha podido evitar llorar al recibir el apoyo tras la comuniación del secreto. Un secreto que estuvo a punto de conocer toda la casa cuando otro de los concursantes, Pablo,, entraba en la lavandería y a punto estuvo de encontrarlos en pleno proceso de cambio.

Como se explicó cuando se convirtió en el primer concursante de 'Gran Hermano 17''Gran Hermano 17', es un chico que trata de vestir a la última y presume de dentadura, de pelo y de culo. Pero en realidad tiene una avanzada alopecia que disimula con un peluquín, tal y como mostró a los espectadores cuando pasó a formar parte de la plantilla de Guadalix.

Sin embargo sus compañeros de vivienda y show no lo saben, aunque están cada vez más mosqueados con el secreto que, están convencidos, esconde Miguel Vilas. Desconocen de qué se trata en realidad, y puede que ni se imaginen lo del pelo postizo, que a la postre no es más que la prueba evidente de que el grovense es una persona muy diferente a la que aparenta ser, y no solo por el aspecto físico.