Los ganaderos se comprometen a vigilar más los caballos y a alejarlos de las fincas

Los vecinos de Valboa han decidido dar un margen de confianza a los criadores de caballos en libertad en el monte Castrove. Estos últimos se han comprometido a vigilar más de cerca a los animales y a mantenerlos alejados de las fincas cultivadas para evitar que se repitan los daños en cosechas de los últimos días. A cambio, los vecinos les han devuelto los equinos que mantenían retenidos desde la batida del martes por la mañana.

Los ganaderos ya han pasado a recoger los animales a la propiedad del vecino que los estaba custodiando desde la batida. Lo hicieron al atardecer del miércoles, después de que una larga reunión que mantuvieron representantes de los vecinos y de la Asociación de Criadores del monte Castrove, y en la que también intervinieron, para mediar entre las partes, agentes del Seprona de la Guardia Civil y miembros de la comunidad de montes de Armenteira.

Los ganaderos también se han comprometido a que su compañía aseguradora resarcirá los daños que han causado los caballos en una docena de fincas, en las que había sembrados de maíz, legumbres o hierba. En este sentido, un perito visitará en los próximos días las fincas para realizar una valoración económica. Por casos similares anteriores, los vecinos acostumbran a recibir entre 20 y 40 céntimos por metro cuadrado de cultivo perdido.

Con este acuerdo, pendiente ahora de materializarse en la práctica -lo único que ha cambiado por el momento con respecto al miércoles es que los criadores ya han recuperado las seis reses que tenían retenidas los agricultores- se abre un periodo de tregua entre las dos partes. Una calma que llega tras varios días de gran tensión, hasta el extremo de que los vecinos hicieron guardias por la noche fuera de sus casas para evitar la entrada de sus caballos en sus propiedades.

Según los residentes en Valboa, es bastante habitual que los equinos bajen por la ladera del monte hacia los sembrados, pero en las últimas fechas lo hacían mucho más debido a la intensa sequía, que ha propiciado que escaseen el alimento y el agua en las partes altas del monte Castrove.

Adonis Rodiño, que ha sido uno de los vecinos afectados por los daños, y quien se hizo cargo de los caballos retenidos, "es importante que nos paguen los destrozos que nos causaron, pero aún será más importante que no vuelvan a bajar en el futuro". Cabe recordar que en 2012 el pastoreo de los equinos mostrencos en propiedades privadas ya causó una gran polémica vecinal, hasta el extremo de que la comunidad de montes de Armenteira prohibió la entrada en sus terrenos de los animales que no tuviesen colocado el microchip identificador.

Los ganadores declararon en la reunión que la posibilidad de acotar con vallas las zonas de pastoreo de los caballos es inviable económicamente, de ahí que hayan planteado como alternativas tener una vigilancia más cercana sobre las reses y procurar mantenerlos alejados de las zonas habitadas. Esto último puede conseguirse llevándoles alimento a las partes altas.