Óscar Trigo no ocultaba ayer su rabia e indignación con los autores de los hechos. "Va a ser mejor que no me entere de quien ha hecho esto, porque se va a arrepentir".

Patrón de uno de los buques atacados, y familiar de los armadores, señala que "el poco dinero que tenía me lo han quitado, y han tocado lo que era de mis hijos".

"Si ellos no tienen nada -dijo en alusión a quienes secundan el paro del cerco-, yo tengo poco, y lo poco que tengo no lo puedo repartir". Así, insiste en que si está yendo a trabajar es por necesidad.