La plaza de España, ubicada en pleno centro de Vilagarcía, ha reforzado el número de asientos para que los viandantes puedan disfrutar de este remozado espacio verde al aire libre. Y es que los ocho bancos de piedra se recolocaron en fila en la parte más cercana a la iglesia, dejando por tanto al resto de la plaza sin mobiliario en el que sentarse.

El proyecto de la reforma de este espacio público ya contemplaba la colocación de asientos de madera que completarían a los de piedra, si bien su instalación se realizó con posterioridad al remate de la obra, que concluyó el 31 de julio.

Los bancos de piedra que ornamentaban la plaza de España antes y después de su remodelación tienen el respaldo de fundición y la base de piedra granítica. Dos de ellos fueron rehabilitados para su recolocación, en la zona más próxima al templo de Santa Eulalia de Arealonga, la "más visible", según defienden fuentes municipales.

En el lateral opuesto, la idea de la Oficina de Rehabilitación Urbana del Concello -autora del proyecto de reforma- era completar el mobiliario con dos bancos nuevos de madera. Y así lo ha hecho. Al igual que los de piedra, también tienen respaldo, un elemento muy demandado por los ciudadanos, sobre todo las personas mayores, que se encuentran más cómodas en estos asientos que los que solo tienen una base.

Otro aspecto que quedó pendiente al término de la obra fue la iluminación, pues los vándalos robaron las tapas de las balizas lumínicas pocos días antes de que expirase la prórroga concedida por el Ayuntamiento a la empresa adjudicataria. Tras volver a encargar el material sustraído, este fue colocado y la plaza de España ya está totalmente iluminada.

Esas balizas de un metro de altura y que se reparten por el interior de la plaza -también bordeándola- complementan el principal foco de luz del espacio de esparcimiento, que se encuentra en la fuente, una de las primeras que se construyeron en Vilagarcía. Este elemento patrimonial fue sometido a un cuidado proceso de restauración.