Este es casi un asunto tabú para los organizadores de la Festa do Viño Tinto do Salnés, que empieza mañana en Barrantes. De hecho, cuando se les pregunta si han realizado alguna gestión para intentar legalizar estos caldos responden que sí, pero sin concretar cuál, y responden que les están echando una mano en laboratorios institucionales en los que después, cuando llama la prensa, dicen que no se está haciendo ninguna investigación sobre el tinto de Barrantes y su eventual legalización.

Una de las fórmulas a las que oficialmente aspiran los cosecheros es la de poder vender los caldos bajo un sello como el que se utiliza en Betanzos, donde comercializan como "Viños da Terra" unos caldos que elaboran básicamente con mencía, blanco "lexítimo" o agudelo.

Los arousanos también se consideran discriminados con respecto a los productores de otras zonas de España, de las que salen ingentes cantidades de vino de bajo coste (envasados por lo general en cartón) que sí se elaboran con uvas que sí están clasificadas como "vinifera", pero a los que después se añaden otros ingredientes.