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El Concello embarga cuentas bancarias por importe de 2,2 millones de euros en un año

El Ayuntamiento incrementa un 1% la recaudación sobre todo por el refuerzo en Tesorería, aunque la pérdida de poder adquisitivo de los vecinos impide alcanzar el objetivo del Plan de Ajuste: un aumento del 2% anual

El Concello embarga cuentas bancarias por importe de 2,2 millones de euros en un año

El Concello de Vilagarcía "procedió durante 2013 al embargo de cuentas bancarias que afectan a recibos por un importe total de 2.270.021,76 euros". También se realizaron embargos mensuales de devoluciones de Hacienda. Así lo afirma la interventora en su informe sobre la liquidación del Presupuesto de 2013 -desde Ravella recalcan que no se ha recurrido a salarios-. Este crédito a favor de las arcas municipales ha sido posible gracias al "importante impulso" que el gobierno de Tomás Fole ha dado a la recaudación, aunque la pérdida de poder adquisitivo de los contribuyentes ha impedido que el refuerzo implementado por la Tesorería haya logrado el objetivo marcado por el Plan de Ajuste, que se traduce en una mejora de la recaudación del 2% anual.

Pese a que esta meta no se ha alcanzado, 2013 fue el primer año en el que esa mejora ha empezado a materializarse, con un aumento del porcentaje de ingresos de tasas e impuestos del 1% en relación a 2012. El grado de recaudación fue del 91%.

Esto no significa que los vilagarcianos tengan una situación económica más holgada, ni mucho menos, sino que la fórmula para intentar cobrar un mayor número de recibos radica exclusivamente en el impulso de la tramitación y cobro de impuestos. En este sentido, cabe recordar que en 2006 se paralizó el procedimiento de cobro a morosos, lo que generó una importante merma de los ingresos municipales - más de 3 millones de euros prescribieron-.

Teniendo en cuenta la delicada situación económica del Concello y que el cobro de tasas e impuestos es la única fuente de ingresos propia con la que cuenta la administración local, desde Ravella consideran que sería negligente por su parte no tratar de ingresar los importes adeudados. Además -agregan-, sería "discriminatorio" para los vecinos que sí cumplen con sus obligaciones fiscales. Con todo, el gobierno local "es consciente de que la crisis afecta a todo el mundo, no solo a los concellos, y que hay vecinos que no pagan porque no pueden". Para ellos precisamente están pensados los fraccionamientos y aplazamientos de recibos.

En relación con los padrones anuales y de mayor cuantía, los funcionarios lograron dar salida y apremiar todos los recibos pendientes de 2009, así como los de los ejercicios 2010, 2011 y 2012, faltando únicamente por apercibir a los vecinos morosos de tres padrones de 2013. Los datos que desglosa el informe de Intervención ponen de manifiesto la mayor agilidad de la plantilla municipal así como la cada vez más asfixiante coyuntura económica de los hogares: si en 2011 el Concello apremió recibos por importe de 1,2 millones de euros y en 2012 de 2,5 millones, en 2013 la cifra creció un 65% en relación al año anterior y un 317,8% con respecto a 2011: 3,8 millones de euros impagados en el periodo voluntario que Ravella intentó recaudar en el plazo ejecutivo.

No obstante, obviamente el importe reclamado y el ingresado no coinciden, pero la recaudación ejecutiva creció, y lo hizo concretamente un 5,18% con respeto a 2012 y un 32,57% en comparación con 2011. En términos absolutos, las arcas municipales consiguieron ingresar en periodo ejecutivo 1,5 millones entre enero y noviembre de 2013.

A la hora de hablar de cifras de recaudación, hay que tener en cuenta la subida fiscal generalizada que sufrieron los vilagarcianos en 2013. Solo se salvaron del encarecimiento la tasa de cementerios y la de la Escuela de Música. Los demás tributos municipales se incrementaron en un 2,20%, a excepción del IBI, que lo hizo en un 5%. En el caso de la basura, el recibo del segundo semestre reportó a las arcas del Ayuntamiento 122.023,26 euros más que en el mismo periodo del año anterior. La recaudación de la grúa también subió, concretamente en 13.326,65 euros. Otros impuestos sin embargo, pese a haberse encarecido, han mermado sus ingresos, como los de licencias urbanísticas o el ICIO, entre otros.

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