La acacia negra se ha convertido en uno de los principales problemas del parque natural de Carreirón, en A Illa de Arousa, ya que esta especie invasora se ha extendido como la pólvora pese a las labores de erradicación de la misma el pasado año. Así lo han detectado en el área de Medio Ambiente del Concello de A Illa, dirigida por Dolores Folgar, que ante el temor de que pueda extenderse todavía más y acabe con la flora local, han solicitado una ayuda por Rede Natura, en la que está incluida el parque, para hacer frente a la invasión a la proliferación de las acacias negras, cuyo nombre técnico es acacia melanoxylon.

El punto más afectado por la presencia de acacia negra es la entrada del parque, curiosamente, donde más se centraron los trabajos de erradicación que se realizaron el pasado año, pero que no han conseguido acabar con esta especie. De origen australiano y conocida como "madera negra de Tasmania", se trata de una especie que crece muy rápido y que resiste perfectamente cualquier tipo de clima, aunque se encuentra más cómoda en zonas frías y húmedas.

Erradicarlas una vez se encuentra asentadas no es nada sencillo, como están descubriendo en A Illa de Arousa, ya que acostumbran a brotar con excesiva facilidad. Al tratarse de un espacio natural como es Carreirón, incluido en el convenio Ramsar y en la Rede Natura 2000, la erradicación de esta especie se hace a mano, sin utilizar herbicidas que puedan contaminar el entorno y que podrían acabar con mayor facilidad con el problema.

La presencia de acacia negra está desplazando a otras especies autóctonas y, si no se actúa, puede cambiar todo el ecosistema de Carreirón, acabando con uno de los principales recursos naturales del municipio. No es el único punto de la comarca donde la acacia negra ha causado problemas en el hábitat natural. En la isla de A Toxa, en O Grove, también se ha actuado contra esta especie invasora con resultados positivos, optando por sustituirla por flora autóctona.

A diferencia de la acacia negra, si se ha conseguido frenar la invasión de plumacho argentino y de uña de gato, otras dos especies invasoras que se habían instalado en el interior del parque. Las constantes batidas que se han venido registrando contra la uña de gato en Carreirón desde el año 2005 la han hecho desaparecer prácticamente por completo, limitándose a una pequeña presencia residual que estaría controlada. Cuando se comenzó a actuar sobre esta especie, prácticamente se había hecho la dueña del espacio dunar de Carreirón, algo que se ha conseguido controlar.

Algo semejante ha pasado con el plumacho argentino, cuya eliminación comenzó a realizarse junto a la de acacia negra. Los resultados han sido considerablemente distintos, ya que puede decirse que el plumacho ya no se encuentra en el interior de Carreirón.

Junto a la lucha contra la acacia negra, el Concello también ha solicitado la subvención para mejorar las sendas del interior del parque natural, que se encuentran en un pésimo estado de conservación. Esa actuación conllevaría la eliminación de la maleza y la mejora superficial de las sendas para hacerlas más transitables de lo que se encuentran en la actualidad. Además, la señalización de la Ruta dos Pilros, una de las más visitadas por los amantes de la ornitología, también se encuentran en un pésimo estado de conservación o han desaparecido por completo, por lo que la intención es sustituirlas o reponerlas. El punto más importante de esta Ruta dos Pilros es el observatorio de aves que se encuentra en las inmediaciones de la laguna de Carreirón, recuperada recientemente y que es utilizada por especies de aves para anidar o hibernar.

A estas intenciones hay que añadir que, en los últimos días, operarios municipales han estado retirando plásticos y basura acumulada en el interior del parque, arrastrada por la fuerza de los temporales que se han registrado en los últimos meses. Estos temporales han dejado botellas, cajas y demás elementos contaminantes esparcidos por las playas, a lo que hay que unir la basura que dejan atrás algunos turistas. Durante toda esta semana, antes de la llegada de los festivos, los operarios municipales han peinado las zonas más importantes del parque para retirar todos los envases que pudiesen encontrarse. Hacer una limpieza mucho más en profundidad resulta muy complicado por la imposibilidad de utilizar maquinaria pesada en la zona. La intención es tener a punto el parque para la llegada de visitantes en Semana Santa y verano.