Garavilla se niega a garantizar el empleo a las trabajadoras de Cuca por el plazo de 5 años

Sin acuerdo se levantó ayer la mesa de negociación entre la dirección de Garavilla y la representación de las trabajadoras de Conservas Cuca con sus asesores sindicales de CC.OO y UGT. La reunión negociadora, que se celebró en la sede del Consello Galego de Relacións Laborais con la mediación del jefe de Inspección de Traballo de Galicia, solo sirvió para desenmascarar las intenciones de la empresa que se ha negado a fijar por escrito las garantías laborales a las operarias de Cuca que se trasladen a la fábrica de O Grove.

La mesa negociadora se abrió con el estudio de los diez puntos planteados en la propuesta firmada por el comité de empresa de Conservas Cuca. El primero fue el planteamiento de la garantía laboral a las trabajadoras fijas por el plazo de 5 años como consecuencia de su traslado a la fábrica grovense.

Para la dirección de Garavilla esta petición es imposible de asumir, a pesar de que a través de comunicados y ante la Administración autonómica afirmaba que garantizaba la totalidad de los empleos de Cuca. Considera que los 5 años planteados por la plantilla es como garantizar el empleo de por vida y no sabe lo que puede suceder dentro de seis meses.

La representación de la empresa en este punto solo se comprometía a asegurar que en el caso de decidir despidos, trataría igual a las trabajadoras de O Grove y de Vilagarcía.

El asesor de CC.OO, Francisco Vilar, entiende que la empresa en ningún momento tuvo voluntad de garantizar los puestos de trabajo de Cuca, porque esto chocaría con el plan estratégico de Garavilla a cuatro años que incluye una importante reducción de personal en la fábrica de O Grove.

Tampoco hubo acuerdo en el segundo de los puntos planteados por las trabajadoras, sobre la mejora de las indemnizaciones a las personas que, por dificultades de compaginar su vida familiar con la nueva laboral en O Grove, tengan que marcharse. "Quieren que los despidos les salgan lo más barato posible", señaló Francisco Vilar.

El único punto que fue aceptado sin problemas es el que planteaba la conversión de seis trabajadoras fijas discontinuas para que sean fijas a tiempo completo. En el caso de las eventuales que operaban en la fábrica de Vilagarcía durante las épocas más fuertes de campaña, lo máximo que aceptó la dirección de Garavilla es confeccionar una lista para llamarlas en caso de necesidad. Eso sí, las operarias tendrían que desplazarse por su cuenta a O Grove.

En cuanto a la petición de que se mantenga el comité de empresa de Cuca en la fábrica de O Grove, el representante de Garavilla dijo que estaba dispuesto a aceptarlo. También mostró su disponibilidad a llegar a un acuerdo en el punto sexto de la tabla negociadora de la plantilla de la conservera de Vilaxoán que pedía poder elegir los turnos de trabajo.

La empresa no aceptó el punto séptimo sobre tiempos de transporte por el cual las trabajadoras pedían que la mitad del tiempo que emplean en trasladarse desde Vilagarcía a O Grove fuese asumido en la jornada laboral. Para el representante de Garavilla, esto no se justifica porque antes tenían jornada partida y ahora se van a beneficiar de una intensiva.

La dirección de la empresa tampoco admitió la petición de equiparación salarial de las trabajadoras de Cuca con las compañeras de O Grove y solo aceptó hacerse cargo del coste del autobús para el traslado de las operarias por el plazo máximo de cinco años.

El último punto era la retirada por ambas partes de las denuncias interpuestas. Garavilla quiso en este asunto hacer firmar a los sindicatos la renuncia a la petición de igualdad de derechos entre trabajadores de O Grove y Vilagarcía, pero CC.OO dijo que no estaba facultado para negociar en nombre del personal grovense.

Las trabajadoras de Cuca mantienen la guardia ante la fábrica para evitar el traslado de la maquinaria y hoy a las 11 horas celebran asamblea para valorar la reunión de ayer y decidir las acciones a emprender.