El joven que responde a las iniciales J.G.F., de 15 años y vecino de Curro, resultó herido de consideración tras sufrir un aparatoso accidente de tráfico, cuando la bicicleta que pilotaba colisionó frontolateralmente contra un turismo.

A consecuencia del fuerte impacto sufrió "traumatismo cervical, dorsal, torácico y lumbar, además de posible rotura de costillas y heridas en piernas con pérdida de masa", según indica el parte facilitado por Protección Civil de Cambados.

Los hechos ocurrieron al filo de las diez de la noche del domingo en los límites fronterizos entre Paradela (Meis) y Romai (Portas).

El adolescente herido, tal y como relataron los testigos ante la Guardia Civil de Tráfico, bajaba sobre su bicicleta por una pista forestal con una pronunciada pendiente, y con una importante actividad de gravilla y arena acumuladas en el punto final, donde esa pista confluye con la carretera EP-9407.

Lo que sucedió fue que, por causas fortuitas, pero se cree que quizás debido a la acumulación de gravilla, el joven no pudo frenar a tiempo e irrumpió en la carretera, tal y como reconocieron su propio compañero, el conductor del turismo que se aproximaba en ese instante y la mujer de éste.

Era un Ford Fiesta de matrícula 9508-GCG, conducido por Salvador D.F., que no pudo frenar a tiempo y acabó recibiendo el impacto de la bicicleta.

Como consecuencia de la aparatosa colisión el turismo perdió un trozo del guardabarros delantero, y las ruedas de la bicicleta quedaron completamente aplastadas y dobladas mientras que su joven conductor permanecía tendido en el suelo.

Fue rápidamente atendido por una ambulancia desplazada por Protección Civil de Cambados, con personal médico del PAC cambadés, que trasladó al niño al hospital de O Salnés.

En el mismo parte de Protección Civil se apunta que el accidente se produjo porque "el ciclista no respetó la señalización y salió a la carretera sin mirar".

Hay que indicar que el conductor del turismo y su esposa se dirigían desde casa a su trabajo, un bar que abrieron recientemente. Tras el impacto, Salvador D.F. fue sometido a la prueba de alcoholemia y dio negativo.

Se mostró muy apenado por lo ocurrido, aunque insistía en que no pudo frenar a tiempo y en que "la bicicleta se nos echó encima".

En el lugar de los hechos se dieron cita numerosos curiosos y se vivieron instantes de tensión, sobre todo cuando llegaron en un turismo los padres del adolescente, que estaban muy nerviosos. Los allí presentes les explicaron que ya se había producido el traslado en ambulancia, e inmediatamente pusieron rumbo al hospital para reunirse con su hijo.

La Guardia Civil de Tráfico se ocupó de instruir el parte de atestados.