El vecino de Padrón que responde a las iniciales I.F.L., de 30 años, fue acusado de filmar en vídeo a las menores del Club de Piragüismo de Pontecesures mientras utilizaban los vestuarios de la entidad, donde él milita desde que también era adolescente, primero como deportista y ahora como monitor.

Lo sucedido ha causado gran conmoción e indignación en Pontecesures, donde los vecinos no dan crédito a lo sucedido y el citado I.F.L. es un hombre muy conocido, y puede decirse que incluso muy querido y admirado por su actividad deportiva.

Según ha transcendido, a pesar del oscurantismo habitual en las fuerzas de seguridad y las sedes judiciales, el monitor del Náutico de Pontecesures fue detenido el viernes por la noche, y a las tres de la madrugada del sábado, acompañado de efectivos policiales, asistió al registro que se hacía tanto en la sede deportiva como en su vivienda, situada en el municipio vecino de Padrón, en un lugar muy próximo. En cierto modo podría decirse que la casa del monitor deportivo y la sede del club están separadas solo por el río Ulla y el puente que une las localidades padronesa y pontecesureña.

Tras los registros, en los que se intervino diverso material informático que está siendo analizado, el monitor del club fue puesto a disposición judicial, y tras prestar declaración quedó en libertad –el sábado por la tarde–, a la espera de que la Justicia recabe nuevos testimonios y, si lo considera oportuno, abra el procedimiento judicial correspondiente.

Al parecer, I.F.L. habría utilizado una cámara de filmación que, según los denunciantes, colocó en los vestuarios femeninos hasta que fue descubierto. Sin embargo, y en contra de lo sucedido en otros casos semejantes, los limitados conocimientos informáticos del monitor deportivo –al parecer ni siquiera tiene cuenta de correo electrónico– hacen pensar que las filmaciones no fueron distribuidas ni puestas a disposición de otras personas, sino que eran, podría decirse así, para "consumo propio".

De 14 a 16 años

Ni que decir tiene que algunos de los padres de las niñas, la mayoría de entre 14 y 16 años, se mostraron indignados y muy preocupados por lo sucedido, de ahí que impulsaran la denuncia contra el monitor del Club Náutico, donde ya tomaron la decisión de expulsarlo de la entidad.

Hoy van a reunirse los directivos de la misma para emitir un pronunciamiento conjunto, ya que ayer todavía no habían asimilado lo que muchos definen como "terrible noticia".

En cualquier caso, tanto dirigentes del club como deportistas del mismo no dan crédito a lo sucedido, y algunos dicen que el entrenador denunciado y detenido "es como un adolescente en un cuerpo de 30 años, y lo que hizo pudo haber sido una especie de trastada que no va a olvidar jamás y de la que se muestra muy arrepentido".

Tal es así que los familiares de I.F.L. lo vigilan en todo momento para que trate de superar estos momentos, y algunas fuentes incluso dicen que el monitor precisó atención médica.

El alcalde

El alcalde de Pontecesures, Manuel Luis Álvarez Angueira, prefirió no hacer valoraciones hasta conocer oficialmente lo sucedido, aunque se mostró preocupado "por todo lo que se está diciendo, ya que al parecer detuvieron al profesor de piragüismo por haber filmado a las alumnas".

En distintos círculos, y dado que el Club Náutico es una instalación municipal, aunque el monitor detenido no tenga relación alguna con el Concello, se apunta la posibilidad de que la dirección de la entidad deportiva y los políticos locales adopten algún tipo de decisión o posición conjunta ante lo sucedido.

Unos y otros declaran que I.F.L. "es muy conocido y querido", confirman que "quedó en libertad con cargos" y señalan que "hay que dejar que actúe la Justicia, y lógicamente si I.F.L. filmó a las chicas tendrá que ser castigado con dureza, pues se trata de una acción absolutamente repudiable".

La situación de crisis desatada en el club ha llegado a tales extremos que el presidente del club, Ángel Barreiro, incluso amagó con presentar su dimisión, aunque en el Concello e incluso algunos de los padres de las piragüistas afectadas le habrían pedido que siga y que haga todo lo posible "para salvar el buen nombre de la entidad".

Las fuentes consultadas terminan diciendo que el padronés I.F.L. "tiene que pagar por lo que hizo, si así lo considera la Justicia, y si resulta culpable no cabe duda de que después tendrá que intentar rehacer su vida en otro lugar, porque si se confirman las denuncias estará marcado para siempre entre la sociedad de Padrón y Pontecesures".