Tres años de baja laboral por depresión, una falsa percepción pública sobre su dignidad y prestigio y una manifiesta incertidumbre acerca de su futuro profesional como agente de la guardia civil de Vilagarcía son las "secuelas" que asegura sufre Marcos Gaspar, recientemente absuelto por la Audiencia de Pontevedra de un delito por denuncia falsa. En estos momentos, el agente todavía está a expensas de que se resuelva un expediente en el instituto armado por el que se propone la suspensión de empleo y sueldo como funcionario.

El guardia afirma que soporta un terrible daño personal tras dicha acusación por denuncia falsa aunque "al final se demostró que me había limitado a cumplir con mi función".

Ramón Montenegro, su letrado, sostiene que toda la denuncia fue una farsa como demuestra la sentencia y que los hechos se basaron en una acusación temeraria.

Marcos Gaspar está "muy dolido" porque en Vilagarcía ha sido "señalado" por muchos convecinos con comentarios sobre que "fui expulsado del cuerpo" a consecuencia de las denuncias interpuestas por su ex mujer.

Separación matrimonial

La situación, según el agente y el letrado, es el resultado de una tendenciosa conspiración cuyo hilo conductor son dos separaciones matrimoniales que provocaron consecuencias de lo más inverosímiles.

Explica el agente que todo se produce al ser señalado por una compañera de trabajo de su ex mujer a quien la Guardia Civil detiene en un control de tráfico y le encuentran en el coche 200 gramos de hachís y dos de cocaína. Cuando la descubren su respuesta fue, textualmente: "Me lo hicieron estos cabrones", en referencia a su marido -coimputado_- y al agente vilagarciano que, a su vez, pertenecía a la unidad fiscal de persecución al narcotráfico en la comarca vilagarciana.

El letrado de la defensa consiguió que no se tuviesen en cuenta ni las declaraciones de su ex mujer y tampoco las escuchas telefónicas de conversaciones que el agente mantuvo desde la comandancia vilagarciana por razones de índole estrictamente profesional.

Cabe señalar que la ex esposa de Gaspar le acusó en el juicio, en lo que constituía la principal prueba de cargo, de "quedarse con la droga de las detenciones para colocarla en otros operativos que nada tenían que ver con el tráfico de estupefacientes, con el fin de involucrarlos en este tipo de delitos".

El agente destaca que la detenida y su ex mujer eran compañeras de trabajo, motivo por el cual hubo una cierta relación entre los maridos. "Apenas hemos coincidido en cinco o seis ocasiones por lo que es ilógico que alguien pueda llegar a pensar que tenemos un grado de amistad que pueda originar una situación como la denunciada", tal y como se refleja en la sentencia de la Audiencia de Pontevedra,

Gaspar también llega a pensar que el procedimiento puede tener otras causas extrañas relativas a las relaciones laborales. "No sé si por casualidad pero un mando de la Guardia Civil fue trasladado; de ahí que se deduzca que es fruto de una conspiración para apartarle del servicio fiscal", entiende el letrado Ramón Montenegro.

El abogado recuerda también que su defendido ha sido investigado muy en profundidad a raíz de la denuncia e incluso se le han realizado pruebas toxicológicas, a petición propia, que terminaron demostrando que nunca ha tenido relación con estupefacientes más que aquellas derivadas de su trabajo en el instituto armado.

"Nunca estuvo imputado en causa por narcotráfico y esta es la primera vez que se le acusa de un comportamiento de tanta gravedad", señala su abogado.

Respecto a las escuchas telefónicas que trataron de aportar como prueba, el letrado recuerda que consiguió que no fuesen tenidas en cuenta pues se trataban de diálogos de contenido profesional que no se podían sacar del específico contexto en que se entablaron.

En dichas conversaciones, obviamente, se hacía referencia a las sospechas que el agente tenía sobre el supuesto transporte de sustancias estupefacientes en el vehículo de la denunciante.

"Como es natural he mantenido conversaciones sobre tráfico de drogas tanto con la comandancia como con otros miembros de las patrullas, pero nada tiene que ver con esta conspiración", indica.