f. frieiro  Pontecesures

La consellería de Medio Ambiente decidió cortar el bombeo del agua del río, en Pontecesures, ante el miedo de que el vertido de 5.000 aditivos de hormigón detectados en el río Toxa (afluente del Ulla) pudiese afectar a aguas arousanas. Desde el Concello del Ullán señalan que, a pesar de las medidas preventivas adoptadas por la Xunta, la potabilidad del agua que consumen los vecinos del municipio está "totalmente garantizada" dado que esta no procede del cauce del río, sino de varios manantiales cuya calidad y salubridad es controlada de modo periódico.

Antecedentes

El vertido directo al río Toxa (a la altura del municipio de Silleda) fue detectado el pasado viernes y, desde el primer momento, se activó un plan especial por parte de la Consellería para garantizar que el agua que llegaba a los hogares era totalmente potable. Además de en Pontecesures, se cortó el bombeo del río en Padrón, Merza y Boqueixón y se informó a los gobiernos municipales sobre el protocolo a seguir.

La Consellería de Medio Ambiente mantiene a día de hoy el dispositivo de vigilancia en la zona perjudicada con un equipo de 20 técnicos de Conservación da Natureza e Augas de Galicia que determinaron que no se ha producido ninguna mortandad piscícola en el río. Desde un primer momento se instalaron barreras de protección y balsas de contención que evitaron el avance del vertido, que ha quedado muy localizado. El operativo de emergencia continuará trabajando durante las próximas horas, tomando muestras de agua y realizando labores de limpieza en el cauce.

En lo que respeta al origen del vertido, los 5.000 litros de aditivos de hormigón proceden de tres depósitos que se utilizan para los trabajos del AVE que se están realizando en esta zona y que estaban ubicados a unos 400 metros del cauce fluvial.