Manuel Méndez / O SALNÉS

Una producción de casi 19 millones de kilos -más de 12 millones de litros de vino-, un dominio absoluto de la subzona productiva de O Salnés y un liderazgo incontestable por parte de la variedad de uva albariña. Este es el balance definitivo y oficial que hace de la pasada vendimia la Denominación de Orixe Rías Baixas, donde se quedaron a 12 millones de kilos de la recolección récord obtenida en 2006.

La producción del ejercicio actual también resulta ligeramente inferior a la de 2005 y 2004, con 22 millones y 23 millones de kilos de uva, respectivamente, pero supera los 16 millones de 2003, los 13 millones de 2002 y los 17 millones de kilos conseguidos en la recolección de 2001.

Así las cosas, el balance realizado es positivo y esperanzador para un sector del que participan de forma directa 6.511 viticultores con viñedos distribuídos en 20.305 parcelas que suman 3.500 hectáreas y cuyos frutos van a parar a 194 bodegas.

Subzonas

Una vez realizados los ajustes de importaciones y exportaciones entre las cinco subzonas productoras de Rías Baixas, pues pasa uva de unas a otras porque puede haber bodegas en O Rosal con viñedos en O Salnés, por ejemplo, se concluye que Condado do Tea vinificó esta vez 4,2 millones de kilos de uva, O Rosal convirtió en mosto casi 3 millones y las subzonas de Ribeira do Ulla y Soutomaior apenas sumaron 350.000 kilos de uva vinificada.

En Val do Salnés, donde se concentra el mayor número de viñedos, viticultores y bodegas, fueron 11,6 millones de kilos de uva los finalmente transformados en esta campaña.

Asimismo, cabe incidir en que del total de 18.772.173 kilos de uva logrados en Rías Baixas, apenas 200.000 kilos correspondieron a las variedades tintas.

Variedades blancas

Como es habitual se llevan la palma las uvas blancas, y entre ellas las que dan como resultado el afamado albariño, a mucha distancia de las demás.

Tras el cierre de vendimia puede concretarse que fueron 17,7 millones de kilos de uva albariña -94,5% del total-, repartiéndose el millón de kilos restante entre las variedades loureira, treixadura, caíño blanco, torrontés y godello.

En esta ocasión todas las variedades se vieron beneficiadas por "una maduración más lenta del fruto" propiciada por las temperaturas "menos cálidas" del pasado verano y las "largas horas de insolación previas a la vendimia, a finales de agosto y durante prácticamente todo el mes de septiembre", explican en el Consello Regulador Rías Baixas.

A partir de ahora todas las miradas estarán puestas en la comercialización del vino obtenido y, en casos puntuales, en la exportación de unos caldos cada vez más apreciados y cotizados a nivel mundial. La exportación de los Rías Baixas supera anualmente los dos millones de botellas, es decir, alrededor de 1,6 millones de litros.

Ramón Huidobro, gerente del Consello Rías Baixas, resalta que "el futuro de nuestros vinos pasa por defender el origen y potenciar la calidad para así seguir cosechando reconocimientos en los certámenes internacionales y para recibir los elogios de los expertos más influyentes del mundo del vino", pues todo ello abrirá nuevas puertas en los mercados y garantizará el futuro de bodegueros y viticultores.