Después de una década de obras y 150 millones de euros de inversión, Vigo por fin coronó una de las heridas de la ciudad con un diseño de referencia. El Centro Comercial Vialia se inauguraba el 29 de septiembre por todo lo alto, permitiendo el desembarco de marcas inéditas como FNAC, Primark, KFC en un complejo que prolongaba la milla de oro de Urzáiz más allá del cruce con Gran Vía y Lepanto.
La nueva estación de tren diseñada por Thom Mayne generó una plaza pública de más de 20.000 metros cuadrados con vistas a la ría y recuperaba un terreno dominado por la maleza y las vías en un espacio para el deporte, juegos infantiles y restauración.
Su decoración con guiños a la identidad de Vigo, la luminosidad de su atrio y su oferta cultural con conciertos y recitales en el ‘food court’ enganchó al público desde el principio.
La actuación incluye la recuperación de la fachada de la primera estación de ferrocarril de la ciudad, inaugurada en 1881 y olvidada en Redondela tras su desmantelamiento en los años 90.
El complejo recibió más de 2 millones de habitantes en sus primeros tres meses de vida y ya se prepara para sus próximas aperturas. La nueva estación de autobuses de la Xunta, los accesos de la AP-9 y el ascensor HALO a García Barbón coronarán el nuevo punto de encuentro de vigueses y visitantes.
