Atención: una tronista -extensiones, tintes, uñas de gel, boquita de piñón, oratoria la justa, bailes latinos nivel aficionada, etc- de" Mujeres y Hombres y viceversa" quiere sentar la cabeza. Steisy, con su nombre de tronista, ha anunciado que dentro de unos años le gustaría montar un negocio familiar de pollos a l'ast. Los colaboradores de Jorge Ja, ruedaplatós, carne pasada para los realities, se han echado las manos a la cabeza. Para ellos los focos y los bolos son lo más. La cumbre, el estrellato, la delgada línea que separa a los mortales de los elegidos de dios, como Aída antes y ahora Maite, la nueva madre de los grandes hermanos. Ellos, conscientes de que la fama es efímera, la cámara veleidosa y la cirugía estética, finita, también se preocupan por su futuro, piensan en su vejez, planifican su jubilación. U nos invierten en ladrillo, aunque a veces salen escaldados, como Karmele; otros amplían el negocio a toda la familia, algunas abren tiendas o lanzan cremas, hasta hay quien escribe libros. Pero no dejan el gremio, se pluriemplean en otras artes, las públicas relaciones, los negocios de fuste. Y, sin embargo, la propia duquesa, antes de fallecer, se montó en palacio un gallinero. Visionaria. Como Steisy.
