El estudio del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra) señala que, pese a que esas tierras pertenecen al Estado brasileño, ningún organismo público sabe si fueron ocupadas por colonos, vendidas ilegalmente o están abandonadas, y si permanecen conservadas o ya fueron devastadas.

El Incra admite desconocer si esas tierras, de diversos estados brasileños amazónicos, están siendo aprovechadas por agricultores y qué se produce en las mismas.

El área de la que se desconoce su situación equivale a dos veces el tamaño de Alemania, según el periódico.

El Instituto ya puso en marcha un proyecto para identificar esas tierras, incluirlas en mapas con coordenadas exactas, regularizar su propiedad y definir su uso, bien sea como reservas ambientales o como tierras destinadas a la reforma agraria.

El plan prevé que al menos 200.000 kilómetros cuadrados de esas tierras ya estén reglamentadas a finales de este mismo año.

"Nuestro objetivo es acordar un plan para los próximos cinco o seis años. Pero necesitamos establecer asociaciones con el Ejército y con los institutos regionales que cuidan de la tierra", afirmó el presidente del Incra, Rolf Hachbart, al reconocer la falta de recursos del organismo para realizar ese trabajo.