Manuel C.V.. ha sido condenado ya en ocho ocasiones, y cuenta con una treintena de detenciones y decenas de víctimas a sus espaldas. Todas le describen como un hombre bien vestido, que lleva una carpeta y trata con corrección a las ancianas. Ayer, sin embargo, había cambiado su aspecto habitual. Lejos de ir bien rasurado, presentaba una barba de varios días y el tono de su pelo era más oscuro .

Este cambio habría despistado a las víctimas, que tal vez no hubieran llegado a reconocerlo en la sala si el juicio se hubiese celebrado e no alcanzarse el acuerdo de conformidad. A las dos condenas en vigor que tiene ahora, se podrían sumar nuevas penas ya que este estafador multirreincidente todavía tiene varios juicios pendientes. En otra causa próxima a juicio el fiscal pide 3 años de cárcel.