La magistrada Marisol López ha dictaminado el ingreso en prisión provisional para uno de los guardia civiles (E.P.) detenidos ayer en el operativo antidroga desarrollado en Mos. El otro agente, al que se vio muy compungido, ha quedado en libertad con cargos. Éste, muy joven, habría cambiado el turno con un compañero que tenía gripe.

En total, se ha decretado prisión provisional para seis de los siete arrestados, aunque uno de ellos podrá eludir la cárcel bajo fianza de 5.000 euros. En las próximas horas ingresarán en A Lama.

Se les imputa un delito de tráfico de drogas en el seno de una organización de narcotráfico. De los seis, uno tiene antecedentes penales por tráfico de drogas en 2009 y los otros son conocidos de la policía. La cocaína intervenida, pendiente aún de ser pesada, rondaría el medio kilo.

Los dos agentes no figuraban entre los objetivos directos, pero fueron sorprendidos en una entrega de estupefacientes en las proximidades de la gasolinera de Os Valos, entre Redondela y Mos, por los policías de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado, Udyco. Los policías estaban al tanto de que iba a realizarse una entrega y seguían a un sospechoso, que también fue detenido. El arresto causó sorpresa en el puesto de Mos, ya que uno de ellos -el que ahora ingresa en prisión- es de los más antiguos destinados allí, y el otro le había acompañado de patrulla al parecer en sustitución de otro compañero.

Además, esta misma mañana ingresaba también en prisión del hijo del 'rey de los gitanos' . M.J.J., presunto cabecilla del clan desarticulado y cuyo chalé en el barrio de A Pedra en Tomiño fue registrado en la tarde de ayer, ha sido el primero en prestar declaración ante la jueza y se trata de la única persona arrestada de etnia gitana.

Los siete detenidos llegaban pasadas las 10:30 horas de este viernes a los juzgados de Vigo en varios furgones policiales y fuertemente custodiados. Ninguno de ellos declaró ayer ante la Policía Nacional, tampoco los dos agentes de la Guardia Civil cuyo coche patrulla fue también requisado cuando fueron interceptados en Mos, junto a la gasolinera de Os Valos.

Si bien la mayoría de ellos contaba con un abogado de oficio, a lo largo de hoy ya empezaron a tener sus propios letrados.