Para Javier Buján, director de la Fundación Laxeiro, Fernando Quesada ha sido parte importante de su infancia -"Crecí leyendo sus tiras diarias en FARO", recuerda- y un maestro para los nuevos artistas. "Dejó huella en varias generaciones de ilustradores, para los que es un gran referente", afirma. Además del ingenioso humor del artista, Buján destaca su gran maestría con el lápiz. "Era un dibujante muy eficaz y un gran pintor también, aunque no pintara con una vocación de trascendencia", opina.