Enseñan una foto de sus nuevas zapatillas o tomando una caña con sus familias. Felicitan a otros equipos y el cumpleaños de sus amigos. O, simplemente, opinan sobre una noticia o un concurso de la televisión. Cada uno de sus tweets entusiasman a sus fans, que son muchos. Los jugadores de fútbol triunfan en Twitter, donde están todos deseosos de conocerles más allá del campo de fútbol. "Me gusta ofrecer a la gente una imagen más cercana de la que pueden ver en televisión", asegura Sergi Gómez, jugador del Celta. Pero no solo encuentran en esta red una vía para satisfacer a sus seguidores. "Yo lo uso mucho para leer toda la información que me interesa; sigo la actualidad deportiva, sobre todo de Estados Unidos, que no lo puedes encontrar en los medios españoles, a amigos jugadores, alimentación sana, cine, otras culturas... A mí me parece muy útil", opina el defensa. "Yo creo que lo importante es seguir una línea simple y natural y ser agradecido con la gente que nos sigue", destaca.

Su compañero Andreu Fontás se unió a la red en abril de 2010 y tiene nada menos que 339.000 seguidores, la mayoría surgidos de su paso por el Barça. "Empecé medio en broma y en dos días tenía 1.000 seguidores, así que me enganché", relata el también defensa del Celta. Fontás confiesa que no se obliga a seguir ningún ritmo en la actualización de su perfil. "Escribo cuando me apetece... cuando perdemos desde luego que no tengo ninguna gana; es imprescindible estar de buen humor", cuenta, al tiempo que confiesa que le agrada ver "que a los aficionados le interesa saber cómo eres y qué cosas haces". "En mi perfil lo que se ve soy yo, no hay ningún filtro, y eso la gente lo valora", añade.

Por el momento, Fontás no ha tenido ningún problema grave por participar en esta red. "A veces se me ha pasado por la cabeza tuitear alguna cosa que podía crear problemas y he preferido no hacerlo. Sólo por tener un error al escribir ya te saltan todos, así que mejor no provocarlos...", comenta.

El futbolista tiene claro que son mucho mayores las ventajas que los riesgos. "Es una fuente de información bestial; te enteras de cientos de cosas a una velocidad increíble y conoces a mucha gente interesante", explica. Entre otros, es un fiel seguidor de la locuacidad de Risto Mejide y del humor de Dani Martínez.