Con el concurso de gestión ya declarado desierto, el Concello maneja ahora varios posibles escenarios para evitar que este polémico parking acabe echando el cierre. El primero de ellos es llevar a cabo un procedimiento negociado en el que se invitaría a varias empresas y que una de ellas se haga cargo de la explotación.

Sin embargo, a la vista del resultado del concurso público -convocado precisamente porque la primera gestión se adjudicó "a dedo y fue anulada por los tribunales- todo apunta a que esa vía es difícil.

Por tanto, no se descarta la gestión directa por parte del Concello, una modalidad que hasta ahora nunca se ha realizado en ninguno de los aparcamientos municipales. Además, cabe la posibilidad de que con este sistema, el Concello tenga que indemnizar en 3,2 millones a la empresa que ejecutó la obra.