La sesión de ayer comenzó con un test básico para una primera toma de contacto con el alumnado, en el que se les hicieron preguntas básicas del tipo "¿Conducir rápido es excitante?", "¿El mejor estilo de conducción es el agresivo?" o "¿Se puede conducir después de beber alcohol?".

Tras colocarse unas pegatinas en el pecho para identificarse con sus nombres de pila, los estudiantes participaron en una suerte de juego en la que se les plantearon cuestiones con las que se tenían que posicionar en un lado u otro del escenario del salón de actos del centro. Los chavales razonaron su postura a situaciones hipotéticas en las que la seguridad, el consumo de drogas y de alcohol eran las protagonistas.

Además, participaron en una porra en la que conocieron cifras como cuántos vehículos a motor hay en España (22 millones), cuántas motocicletas (5 millones), bicicletas (12 millones) o cuántas personas disponen de carné de conducir B (23 millones).