El pleno provincial aprobó ayer por unanimidad una "pionera" ordenanza de seguridad viaria con el objetivo de reducir la siniestralidad en la provincia española con el índice más alto de accidentes, tal como acreditan las compañías de seguros que fijan las pólizas más altas en Pontevedra, "hasta un 50% más que en Madrid y un 40% más que en Ourense", recordaba el portavoz nacionalista, César Mosquera.

El proyecto, gestado a raíz de una moción presentada en enero de 2011 por el grupo del BNG, contempla limitaciones de velocidad, en función de las características de los viales (desde los 90 kilómetros/hora en carreteras de alta capacidad hasta 30 en vías urbanas y travesía); la instalación de sistemas de calmado de tráfico (badenes) y de protección de peatones y ciclistas.

La ordenanza afectará a las 385 carreteras de titularidad provincial de Pontevedra, que suman alrededor de 1.700 kilómetros.

"Sencillez, claridad y compatibilidad con la normativa de tráfico" son las características fundamentales de la nueva ordenanza, que cuenta con los parabienes de la DGT, según explicaba ayer el portavoz del PP, Xosé Crespo, que encabezó la comisión de trabajo de la citada ordenanza.

A partir de ahora se abre un período de ocho meses durante los cuales se elaborará, en colaboración directa con los concellos, un catálogo de "puntos negros" de siniestralidad para actuar directamente sobre ellos.

La nueva ordenanza es "pionera" en España, subrayaba ayer el portavoz del BNG, César Mosquera: "Es la primera Diputación que hace una ordenanza en esta línea. Creo que estamos de enhorabuena, sea de quien sea la iniciativa".