"A tortura non é arte nin cultura", o "Touradas fora da Galiza" fueron algunas de las consignas más coreadas en la manifestación que ayer congregó a unas doscientas personas en las calles de Pontevedra, en contra del espectáculo de los toros.

La marcha recorrió el centro de la ciudad, donde al mismo tiempo se celebraba la fiesta de las "peñas" taurinas. No hubo sin embargo incidentes reseñables, al margen de algunas provocaciones por parte de jóvenes que participaban en las "peñas" partidarias de la lidia. La protesta estuvo en todo momento acompañada de un dispositivo policial.

Las organizaciones convocantes demandaron, en el manifiesto final, el cese de las subvenciones públicas a este negocio, que consideran "degradante para el ser humano".

También hicieron alusión a las ayudas "encubiertas", como las que según denuncian practica la Diputación de Pontevedra, así como el Concello, a través de su apoyo implícito a este espectáculo, incluido en la programación cultural del verano pontevedrés.

Los manifestantes demandan una modificación legal en Galicia para que se prohiba este espectáculo en la comunidad autónoma, cuando "según diversas encuestas, un 90 por ciento de la población considera que la tortura a los animales como diversión debe ser suprimida".

Las organizaciones convocantes reclaman además la declaración de Pontevedra como "Cidade anti touradas e amiga dos animais" y la reconversión de la plaza de San Roque en un coliseo para espectáculos culturales y conciertos.

Si el evento taurino que se desarrollaba a la misma hora en el coso de San Roque contaba con la asistencia de representantes del mundo político y artístico, también la manifestación anti taurina fue apoyada por algunos representantes de estos ámbitos, como el parlamentario Bieito Lobeira o el actor y ganador de un premio Goya, Celso Bugallo.